19 abril 2021 18:19

Seis factores que impulsan la inversión en China

La inversión extranjera directa (IED) significa capital invertido en un país que proporciona capacidades de fabricación y servicios tanto para los consumidores nativos como para los mercados mundiales. Este capital no solo indica la confianza de los inversores en un negocio específico y en el clima geopolítico del país anfitrión, sino que también puede vincular las economías nacionales, beneficiando tanto a los proveedores de capital como a las regiones anfitrionas. En ninguna parte este fenómeno es más evidente que en China. La IED en China en 2019 fue de 137.000 millones de dólares, un 5,8% más que el año anterior. China es el segundo mayor receptor de inversión extranjera directa del mundo.

Muchos factores contribuyen a la inversión extranjera en China, ya sea positiva o negativamente. Estas son algunas de las mayores influencias:

Conclusiones clave

  • La inversión extranjera directa (IED) significa capital invertido en un país que proporciona capacidades de fabricación y servicios tanto para los consumidores nativos como para los mercados mundiales.
  • La IED en China en 2019 fue de 137.000 millones de dólares.
  • Una serie de factores influyen en la IED en China, como la estabilidad, la disponibilidad de capital de inversión mundial y la política reguladora del gobierno.

1. Disponibilidad de capital

La IED depende principalmente del capital de inversión disponible que pueda ponerse en circulación. Y a principios de la década de 2000, una economía global próspera resultó en grandes franjas de capital invertible en muchas naciones, que abrumaron proporcionalmente la cantidad de ideas de inversión local viables en un país determinado. En consecuencia, los inversores institucionales e individuales buscaron oportunidades de inversión en los mercados emergentes y en desarrollo, y China se benefició enormemente de este superávit mundial de capital de inversión.

2. Competitividad

China ha superado a India y muchos otros países emergentes cuando se trata de nutrir los elementos necesarios para el crecimiento empresarial. El desarrollo de la infraestructura ha sido un factor clave en esta área. Después de todo, las carreteras, autopistas y puentes son esenciales para los desplazamientos de los empleados y el transporte de mercancías. China también cuenta con una fuerza laboral fuerte, tanto en términos de número como de aptitudes. Los avances en estas áreas reducen drásticamente los costos de transacción y aumentan las ganancias, lo que permite a los inversores obtener rendimientos sólidos.

3. Entorno regulatorio

Las políticas de los gobiernos nacionales pueden ser un arma de doble filo, especialmente aquellas que favorecen a las entidades estatales a expensas de las empresas privadas, como es tradición en China. Históricamente, esto ha hecho de China un destino de inversión menos favorable, donde los inversores que buscan establecer instalaciones de fabricación allí se han encontrado con altos costos de puesta en marcha, una gran exposición legal y otros enredos de cumplimiento.

Por otro lado, el gobierno chino promueve la inversión en actividades comerciales y empresariales proporcionando atractivos incentivos financieros en forma de exenciones fiscales, subvenciones, préstamos gubernamentales de bajo costo y subsidios. Estos incentivos patrocinados por el gobierno pueden, en última instancia, impulsar la rentabilidad y ayudar a las empresas a tener éxito más rápido.

4. Estabilidad

La estabilidad política y económica puede facilitar la entrada de IED. Los actos de inestabilidad, como el chantaje, el secuestro, los disturbios, la rebelión y el malestar social, son perjudiciales para los negocios y pueden contribuir a la hiperinflación, que hace que la moneda de un país sea prácticamente obsoleta. Por lo tanto, para fomentar la IED, los ciudadanos, trabajadores y empresarios deben esforzarse por respetar la ley china, mientras que el sistema de justicia chino debe emplear mecanismos efectivos para reducir la delincuencia y la corrupción.

5. Mercado local chino y clima empresarial

El gran tamaño de la población de China la convierte en una nación atractiva para que los inversores comprometan capital en industrias de alto nivel como la salud, la tecnología de la información, la ingeniería y los artículos de lujo. Además, el crecimiento económico y la IED pueden iniciar un «efecto dominó de éxito». En esencia, cuanta más IED atrae una región, más crece, lo que a su vez estimula más IED, para generar un crecimiento sostenido general.

6. Apertura al comercio regional e internacional

La IED tiende a llegar a naciones que pueden vender bienes tanto a consumidores locales como extranjeros. Las barreras comerciales, como los aranceles, desaniman a los inversores, que se dan cuenta de que los precios inflados artificialmente deprimirán la demanda en el extranjero. Además, tales acciones pueden generar aranceles de represalia por parte de los EE. UU. Sobre productos chinos, o desencadenar una prohibición total de ciertos productos. Las políticas favorables a las exportaciones, como los acuerdos de libre comercio regionales e internacionales, fomentan la IED en China, especialmente para las empresas con una participación de mercado sustancial fuera del mercado local chino.

La línea de fondo

Para una nación como China, la inversión extranjera directa es crucial para impulsar el desarrollo y mantener la economía del país como competitiva en el mercado global. La IED ha ayudado a la economía de China a crecer de manera significativa desde que ingresó en la Organización Mundial del Comercio en 2001, convirtiéndose en la segunda economía más grande del mundo. La IED seguirá desempeñando un papel importante en la economía de China si se dan los factores adecuados.