ETF gestionado activamente
¿Qué es un ETF gestionado activamente?
Un ETF gestionado activamente es una forma de fondo cotizado en bolsa que tiene un administrador o un equipo que toma decisiones sobre la asignación de la cartera subyacente, de lo contrario no se adhiere a una estrategia de inversión pasiva.
Un ETF gestionado activamente tendrá un índice de referencia, pero los administradores pueden cambiar las asignaciones de sector, las operaciones en el mercado o desviarse del índice como mejor les parezca. Esto produce retornos de inversión que no reflejan perfectamente el índice subyacente.
Cómo funciona un ETF gestionado activamente
Un ETF gestionado activamente presenta muchos de los mismos beneficios de un fondo tradicional negociado en bolsa, como transparencia de precios, liquidez y eficiencia fiscal, pero con un administrador de fondos que puede adaptar el fondo a las condiciones cambiantes del mercado. La combinación de gestión activa y ETF proporciona a los inversores una solución innovadora para la gestión de activos.
Conclusiones clave
- Un ETF gestionado activamente es una forma de fondo cotizado en bolsa que tiene un administrador o un equipo que toma decisiones sobre la asignación de la cartera subyacente.
- Generalmente, un ETF gestionado activamente no se adhiere a ninguna estrategia de inversión pasiva.
- Un ETF gestionado activamente tendrá un índice de referencia, pero los administradores pueden desviarse del índice como mejor les parezca.
- Las ventajas de los ETF administrados de forma activa incluyen índices de gastos más bajos, participación de profesionales financieros experimentados y la oportunidad de obtener rendimientos que superan los índices de referencia.
- Muchos ETF gestionados activamente tienen índices de gastos más altos que los ETF indexados tradicionales, lo que ejerce presión sobre los administradores de fondos para que superen sistemáticamente al mercado.
Para los inversores, los ETF gestionados de forma activa tienen suficientes motivos para gustarles, como índices de gastos más bajos que los fondos mutuos, participación activa de profesionales financieros experimentados y la oportunidad de obtener rendimientos que superan los índices de referencia.
Sin embargo, no es seguro que un fondo gestionado activamente tenga un rendimiento inferior o superior a un rival ETF pasivo. Se puede contar al menos con los ETF tradicionales para seguir fielmente un índice, lo que permite a los inversores conocer las tenencias y el perfil de riesgo del fondo. Esto ayuda a mantener una cartera diversificada en línea con las expectativas.
Los administradores de fondos de un ETF activo, sin embargo, tienen la libertad de negociar fuera de un índice de referencia, lo que dificulta a los inversores anticipar la composición futura de la cartera. Esto puede funcionar para los inversores cuando las condiciones del mercado experimentan una gran volatilidad. Un gestor activo puede trasladar las asignaciones de posiciones de bajo rendimiento a sectores o clases de activos más apropiados.
En 2018, el gigante de la gestión de activos Vanguard lanzó un catálogo de ETF gestionados activos. La medida supuso una brusca desviación de la estrategia basada en índices defendida por el fundador John Bogle durante varias décadas. Muchos de estos fondos se han convertido en vías de inversión populares.
Limitaciones de un ETF gestionado activamente
Aunque los ETF gestionados activamente comparten muchas de las mismas características de los fondos negociados en bolsa tradicionales, tienden a tener una prima. Muchos de ellos tienen índices de gastos más altos que un ETF de índice tradicional, lo que presiona a los administradores de fondos para que superen o superen constantemente al mercado.
Al igual que con un fondo mutuo, el potencial de obtener mejores resultados se reduce al administrador subyacente. Algunos superarán las expectativas con regularidad, pero la mayoría de las investigaciones encuentran que la gestión activa tiene un rendimiento inferior al de una estrategia pasiva.
Además, los ETF gestionados activamente tienden a contradecir los principios básicos de inversión como la diversificación. El administrador de fondos típico cambia las asignaciones de acuerdo con las condiciones del mercado, lo que significa que el fondo puede estar menos diversificado que un ETF pasivo.