20 abril 2021 3:56

Tecnocracia

¿Qué es la tecnocracia?

Una tecnocracia es un modelo de gobernanza en el que los responsables de la toma de decisiones son elegidos para el cargo en función de su experiencia y antecedentes técnicos. Una tecnocracia se diferencia de una democracia tradicional en que los individuos seleccionados para un rol de liderazgo son elegidos a través de un proceso que enfatiza sus habilidades relevantes y desempeño comprobado, en contraposición a si se ajustan o no a los intereses de la mayoría de un voto popular.

Los individuos que ocupan esos puestos en una tecnocracia se conocen como «tecnócratas». Un ejemplo de tecnócrata podría ser un banquero central que es un economista capacitado y sigue un conjunto de reglas que se aplican a los datos empíricos.

Conclusiones clave

  • Una tecnocracia es una forma de gobernanza mediante la cual los funcionarios del gobierno o los formuladores de políticas, conocidos como tecnócratas, son elegidos por una autoridad superior debido a sus habilidades técnicas o experiencia en un dominio específico.
  • Se supone que las decisiones que toman los tecnócratas se basan en información derivada de datos y metodología objetiva, en lugar de opiniones o intereses personales.
  • Los críticos se quejan de que la tecnocracia es antidemocrática y desconoce la voluntad del pueblo.

Cómo funciona la tecnocracia

Una tecnocracia es una entidad política gobernada por expertos (tecnócratas) que son seleccionados o nombrados por alguna autoridad superior. Los tecnócratas son, supuestamente, seleccionados específicamente por su experiencia en el área sobre la que se les delega la autoridad para gobernar. En la práctica, debido a que los tecnócratas siempre deben ser nombrados por alguna autoridad superior, la estructura política y los incentivos que influyen en esa autoridad superior siempre jugarán algún papel en la selección de tecnócratas.

Un funcionario etiquetado como tecnócrata puede que no posea la inteligencia política o el carisma que normalmente se espera de un político electo. En cambio, un tecnócrata puede demostrar habilidades de resolución de problemas más pragmáticas y orientadas a los datos en el ámbito de las políticas.

La tecnocracia se convirtió en un movimiento popular en los Estados Unidos durante la Gran Depresión cuando se creía que los profesionales técnicos, como ingenieros y científicos, tendrían una mejor comprensión que los políticos sobre la complejidad inherente de la economía.



Aunque democráticamente los funcionarios pueden ocupar puestos de autoridad, la mayoría llega a depender de la experiencia técnica de profesionales selectos para ejecutar sus planes.

Las medidas y políticas de defensa en el gobierno a menudo se desarrollan con una consulta considerable con el personal militar para brindar su conocimiento de primera mano. Mientras tanto, las decisiones de tratamiento médico se basan en gran medida en las aportaciones y conocimientos de los médicos, y las infraestructuras de la ciudad no podrían planificarse, diseñarse o construirse sin la aportación de ingenieros.

Críticas a la tecnocracia

La dependencia de la tecnocracia puede ser criticada por varios motivos. Los actos y decisiones de los tecnócratas pueden entrar en conflicto con la voluntad, los derechos y los intereses de las personas a las que gobiernan. Esto, a su vez, ha llevado a menudo a una oposición populista tanto a decisiones políticas tecnocráticas específicas como al grado de poder en general otorgado a los tecnócratas. Estos problemas y conflictos ayudan a dar lugar al concepto populista del «estado profundo», que consiste en una tecnocracia poderosa, atrincherada, irresponsable y oligárquica que gobierna en sus propios intereses.

En una sociedad democrática, la crítica más obvia es que existe una tensión inherente entre la tecnocracia y la democracia. Los tecnócratas a menudo pueden no seguir la voluntad de la gente porque, por definición, pueden tener conocimientos especializados de los que carece la población en general. Los tecnócratas pueden o no ser responsables ante la voluntad del pueblo por tales decisiones.

En un gobierno donde los ciudadanos tienen garantizados ciertos derechos, los tecnócratas pueden intentar invadir estos derechos si creen que su conocimiento especializado sugiere que es apropiado o de interés público más amplio. El enfoque en los principios científicos y técnicos también podría verse como algo separado y disociado de la humanidad y la naturaleza de la sociedad. Por ejemplo, un tecnócrata podría tomar decisiones basadas en cálculos de datos en lugar del impacto en la población, individuos o grupos dentro de la población.

En cualquier gobierno, independientemente de quién designe a los tecnócratas o cómo, siempre existe el riesgo de que los tecnócratas participen en la formulación de políticas que favorezcan sus propios intereses o los de otros a quienes sirven por encima del interés público. Los tecnócratas se encuentran necesariamente en una posición de confianza, ya que el conocimiento utilizado para promulgar sus decisiones es hasta cierto punto inaccesible o incomprensible para el público en general. Esto crea una situación en la que puede haber un alto riesgo de auto-trato, colusión, corrupción y amiguismo. Los problemas económicos como la búsqueda de rentas, la extracción de rentas o la captura regulatoria son comunes en la tecnocracia.