20 abril 2021 0:25

Experiencia del año de póliza

¿Qué es la experiencia del año de póliza?

La experiencia de un año de póliza se refiere a la combinación de todas las primas y pérdidas asociadas con una póliza de seguro particular, o un conjunto de pólizas, durante un año específico. Es una métrica de rendimiento ampliamente utilizada en la industria de seguros.

Es importante destacar que la experiencia del año de la póliza solo mide el desempeño de las pólizas que fueron suscritas o renovadas durante el año especificado. Por el contrario, la experiencia del año calendario mide el desempeño de todas las pólizas mantenidas por una aseguradora, independientemente de cuándo se iniciaron esas pólizas.

Conclusiones clave

  • La experiencia de un año de póliza se refiere a la combinación de todas las primas y pérdidas asociadas con una póliza de seguro particular, o un conjunto de pólizas, durante un año específico.
  • La experiencia del año de póliza es una métrica de desempeño que se usa ampliamente en la industria de seguros.
  • Como ocurre con la mayoría de las mediciones de rentabilidad de los seguros, la experiencia del año de póliza se basa en supuestos que pueden ser difíciles de estimar con precisión.

Comprensión de la experiencia del año de póliza

En la industria de los seguros, a menudo hay una brecha entre el momento en que una aseguradora incurre en pérdidas y el momento en que esas reclamaciones se pagan realmente. Por ejemplo, una aseguradora puede recibir un reclamo en noviembre de 2019, pero es posible que solo pague ese reclamo en mayo de 2020.

Por esta razón, las aseguradoras deben estimar el desempeño de sus actividades de suscripción de pólizas de manera continua, con el fin de determinar si las primas que cobran son suficientes para cubrir sus pérdidas futuras esperadas. Las mediciones de desempeño, como la experiencia en el año de la póliza y la experiencia en el año calendario, son algunas de las herramientas que utilizan las aseguradoras para monitorear su propia rentabilidad.

A menudo, un cliente que compra un seguro puede tardar varios meses o incluso años antes de presentar una reclamación sobre su póliza de seguro. Mientras tanto, pagarán primas mensuales en su contrato de seguro, lo que generará ingresos para la aseguradora. Esto significa que existe una diferencia temporal crucial entre la fecha en que una aseguradora recibe el dinero y el momento en que debe usar ese dinero para cumplir con los reclamos de los clientes.

Debido a esto, además de registrar las reclamaciones que pagan a los clientes cada año, las aseguradoras también registran las pérdidas que esperan incurrir en un contrato en el futuro, incluso antes de que se realicen esos pagos. Esta entrada contable, conocida como reserva para pérdidas de la aseguradora, ayuda a evitar que la aseguradora subestime sus posibles pasivos futuros y, por lo tanto, sobreestime su rentabilidad a corto plazo. La experiencia del año de la póliza mide las primas pagadas en esas pólizas contra sus pérdidas futuras realizadas y esperadas. Siempre que las estimaciones de la reserva para pérdidas de la aseguradora sean precisas, la experiencia del año de la póliza debería ser un indicador relativamente preciso de la rentabilidad de su suscripción.

Ejemplo de experiencia en un año de póliza

Emma es una administradora de seguros encargada de revisar el desempeño de un conjunto de pólizas. Debido a que es responsable de un libro de negocios específico, una de sus métricas de desempeño preferidas es la experiencia del año de póliza. A diferencia de la experiencia del año calendario, que se relaciona con todas las primas y pérdidas asociadas con un año calendario específico, la experiencia del año de la póliza incluye solo aquellas pólizas que se iniciaron o renovaron durante el año en cuestión.

Al realizar esta revisión, Emma comienza considerando todas las primas ganadas en pólizas suscritas o renovadas durante el año en curso. Esta parte del análisis es relativamente sencilla, ya que los clientes ya han pagado las primas en cuestión. A continuación, determina todas las pérdidas que ya se han pagado en esos contratos durante el año en curso.

La última parte, sin embargo, es la más compleja, porque requiere que Emma revise las reservas para pérdidas de su cartera de pólizas. Estas reservas para pérdidas son esencialmente predicciones de pérdidas que aún no se han producido. Si esas proyecciones son demasiado optimistas, podrían llevarla a sobrestimar su experiencia en el año póliza. Del mismo modo, si las proyecciones son demasiado pesimistas, su experiencia en el año de la póliza puede ser subestimada.