Cómo las empresas pueden reducir el riesgo comercial interno y externo
El riesgo comercial es un término genérico para los factores y eventos que pueden afectar el rendimiento operativo y los ingresos de una empresa. Los riesgos comerciales pueden obstaculizar la capacidad de una empresa para proporcionar a sus inversores y partes interesadas los rendimientos esperados. Sin embargo, una empresa puede reducir su exposición al riesgo empresarial identificando los riesgos internos y externos.
Conclusiones clave
- El riesgo comercial es un término genérico para los factores y eventos que pueden afectar el desempeño operativo y financiero de una empresa.
- Los riesgos comerciales pueden obstaculizar la capacidad de una empresa para proporcionar a sus inversores los rendimientos esperados.
- Los riesgos internos incluyen la gestión de personal, como escasez de mano de obra o problemas de moral y tecnología, como software obsoleto.
- Los riesgos externos incluyen desaceleraciones económicas, que conducen a menores ingresos, así como riesgos políticos de guerras comerciales que perjudican las ventas internacionales.
Cómo funciona el riesgo empresarial
El riesgo comercial es la exposición a la que se enfrenta una empresa que eventualmente podría conducir a menores ingresos, ganancias y pérdidas financieras. Las empresas enfrentan riesgos comerciales todos los días, y esos riesgos son parte de operar en el segmento o industria en el que reside la empresa.
Aunque cualquier factor que reduzca la eficiencia operativa de una empresa o su capacidad para alcanzar sus objetivos financieros es un riesgo comercial, es útil clasificarlos al desarrollar una estrategia de gestión de riesgos. Por supuesto, no existe un plan único que pueda eliminar el riesgo, pero con una planificación adecuada, las empresas pueden anticipar los riesgos y responder de manera adecuada. Los riesgos comerciales generalmente se clasifican como riesgos internos o externos.
Factores de riesgo interno
Los riesgos internos los enfrenta una empresa desde dentro de su organización y surgen durante las operaciones normales de la empresa. Estos riesgos se pueden pronosticar con cierta confiabilidad y, por lo tanto, una empresa tiene buenas posibilidades de reducir el riesgo comercial interno.
Los tres tipos de factores de riesgo internos son factores humanos, factores tecnológicos y factores físicos.
1. Riesgo de factores humanos
Los problemas de personal pueden plantear desafíos operativos. El personal que se enferma o se lesiona y, como resultado, no puede trabajar, puede disminuir la producción.
El riesgo de factores humanos puede incluir:
- Huelgas sindicales
- Deshonestidad por parte de los empleados
- Gestión o liderazgo ineficaces
- Fallo por parte de productores o proveedores externos
- Morosidad o falta absoluta de pago por parte de clientes y clientes
Una empresa puede necesitar contratar o reemplazar personal clave para el éxito de la empresa. Las huelgas pueden forzar el cierre de una empresa a corto plazo, lo que lleva a una pérdida de ventas e ingresos.
La mejora de la gestión del personal puede ayudar a reducir los riesgos internos al aumentar la moral de los empleados mediante una compensación y un empoderamiento efectivos. Un empleado feliz y motivado tiende a ser más productivo.
2. Riesgo tecnológico
El riesgo tecnológico incluye cambios imprevistos en la fabricación, entrega o distribución del producto o servicio de una empresa.
Por ejemplo, un riesgo tecnológico que puede enfrentar una empresa incluye sistemas operativos obsoletos que disminuyen la capacidad de producción o interrupciones en los suministros o el inventario. Además, un riesgo tecnológico podría incluir no invertir en personal de TI para respaldar los sistemas de la empresa. Los problemas del servidor y del software que provocan el tiempo de inactividad del equipo pueden aumentar el riesgo de pérdidas de producción y costos financieros debido a menores ingresos y trabajadores inactivos.
La investigación y el desarrollo son a menudo un componente de la reducción de riesgos internos porque implica mantenerse al día con las nuevas tecnologías. Al invertir en activos a largo plazo, como la tecnología, las empresas pueden reducir el riesgo de quedarse atrás de la competencia y perder participación de mercado.
3. Riesgo físico
El riesgo físico es la pérdida o daño de los activos de una empresa. Una empresa puede reducir los riesgos internos cubriendo la exposición a estos tres tipos de riesgo.
Por ejemplo, las empresas pueden obtener un seguro de crédito para sus cuentas por cobrar a través de aseguradoras comerciales, lo que brinda protección contra los clientes que no pagan sus facturas. El seguro de crédito suele ser muy completo y brinda protección contra el incumplimiento de la deuda por una amplia gama de razones, cubriendo prácticamente todas las razones comerciales o políticas concebibles para la falta de pago.
Factores de riesgo externos
Los riesgos externos a menudo incluyen eventos económicos que surgen fuera de la estructura corporativa. Los eventos externos que conducen a riesgos externos no pueden ser controlados por una empresa o no pueden ser pronosticados con un alto nivel de confiabilidad. Por tanto, es difícil reducir los riesgos asociados.
Los tres tipos de riesgos externos incluyen factores económicos, factores naturales y factores políticos.
1. Riesgo económico
El riesgo económico incluye cambios en las condiciones del mercado. Por ejemplo, una recesión económica general podría provocar una pérdida de ingresos repentina e inesperada. Si una empresa vende a consumidores en los EE. UU. Y la confianza del consumidor es baja debido a una recesión o al aumento del desempleo, el gasto del consumidor se verá afectado.
Las empresas pueden responder a los riesgos económicos reduciendo costos o diversificando su base de clientes para que los ingresos no dependan únicamente de un segmento o región geográfica.
Los aumentos en las tasas de interés por parte de la Reserva Federal pueden generar costos de préstamos más altos al aumentar el gasto por intereses para la deuda a corto y largo plazo. Por ejemplo, si una empresa emite un bono, que es una oferta de deuda, para recaudar fondos mientras las tasas de interés suben, la empresa deberá pagar una tasa de interés más alta para atraer inversores.
Además, las empresas utilizan las líneas de crédito comercial emitidas por los bancos para obtener capital de trabajo. Sin embargo, las líneas de crédito suelen ser productos de tasa variable. A medida que aumentan las tasas de interés en el mercado en general, también aumentan las tasas de los productos crediticios de tasa variable. El aumento de las tasas también aumenta el costo de las tarjetas de crédito comerciales.
2. Riesgo natural
Los factores de riesgo naturales incluyen desastres naturales que afectan las operaciones comerciales normales. Un terremoto, por ejemplo, puede afectar la capacidad de un negocio minorista para permanecer abierto durante varios días o semanas, lo que lleva a una fuerte caída en las ventas generales del mes. También podría causar daños al edificio y la mercadería que se vende. Las empresas a menudo tienen seguros para ayudar a cubrir algunas de las pérdidas financieras como resultado de desastres naturales. Sin embargo, es posible que los fondos del seguro no sean suficientes para cubrir la pérdida de ingresos debido al cierre o la reducción de la capacidad.
3. Riesgo político
El riesgo político se compone de cambios en el entorno político o la política gubernamental que se relacionan con asuntos financieros. Los cambios en las leyes de importación y exportación, aranceles, impuestos y otras regulaciones pueden afectar negativamente a una empresa.
Dado que los riesgos externos no se pueden prever con precisión, es difícil para una empresa reducir estos tres factores de riesgo. Algunos tipos de seguro de crédito pueden proteger a una empresa contra eventos políticos en otros países, como guerras, huelgas, confiscaciones, embargos comerciales y cambios en las regulaciones de importación y exportación.
Gestión del riesgo empresarial
La mejor forma de gestionar el riesgo empresarial es mantener un nivel de capital adecuado. Una empresa con recursos financieros adecuados puede capear de manera más eficaz las tormentas internas, como la actualización o sustitución de maquinaria o sistemas defectuosos. Además, las empresas con la financiación adecuada pueden hacer frente a riesgos imprevistos, como una recesión o problemas políticos. Por ejemplo, las empresas pueden tener un seguro de crédito, que generalmente cuesta la mitad del 1% de cada dólar en ingresos por ventas que se mantienen en el libro mayor de cuentas por cobrar.
Además, tener acceso a los mercados crediticios y establecer financiamiento en forma de préstamos, líneas de crédito o bonos antes de que se materialicen los riesgos puede ayudar a las empresas a mantenerse financieramente solventes durante tiempos difíciles. Las empresas con niveles más altos de riesgo comercial deben elegir una estructura de capital que tenga un índice de endeudamiento más bajo para ayudar a garantizar que pueda cumplir con sus obligaciones financieras en todo momento.