19 abril 2021 18:38

Cortafuegos

¿Qué es un cortafuegos?

Un firewall es una barrera legal que impide la transferencia de información privilegiada y la realización de transacciones financieras entre bancos comerciales y de inversión. Las restricciones impuestas a las colaboraciones entre bancos y firmas de corretaje bajo la  Ley Glass-Steagall  de 1933 actuaron como una forma de cortafuegos. Uno de los objetivos de un cortafuegos es garantizar que los bancos no utilicen el dinero de los depositantes habituales para financiar actividades altamente especulativas que podrían poner en riesgo al banco y a los depositantes.

Conclusiones clave

  • Un cortafuegos se refiere a las estipulaciones de la Ley Glass-Steagall de 1933 que exigen una separación estricta de las actividades bancarias y de corretaje en los bancos de servicio completo y entre las instituciones de depósito y de corretaje.
  • Durante la Gran Depresión, los formuladores de políticas buscaron eliminar el conflicto de intereses que surgió cuando los bancos invirtieron en valores con los activos de sus titulares de cuentas.
  • En 1999, se introdujo la Ley Gramm-Leach-Bliley (GLBA), que permite a los bancos comerciales participar una vez más en la banca de inversión y el comercio de valores.
  • Un puñado de políticos y economistas afirman que esta desregulación contribuyó a la crisis financiera de 2008 y desde entonces han estado pidiendo que se vuelva a promulgar la Ley Glass-Steagall.

Comprensión de los cortafuegos

Un cortafuegos se refiere a la estricta separación de las actividades bancarias y de corretaje en los bancos de servicio completo y entrelas instituciones de depósito y de corretaje. Bajo la Ley Glass-Steagall de 1933, se trazó una línea clara entre la banca y la industria de inversiones, prohibiendo a una institución financiera (FI) operar como banco y como corredora.

A principios de la década de 1930, casi 8.000 bancos estadounidenses quebraron o suspendieron sus operaciones. Para restaurar la confianza del público en el sistema, se consideró necesario romper los vínculos entre las actividades bancarias y de inversión, que se creía que habían jugado un papel importante en la caída del mercado de 1929 y la consiguiente depresión.

Los formuladores de políticas reconocieron la necesidad de eliminar el conflicto de intereses que surgió cuando los bancos invirtieron en valores con los activos de sus titulares de cuentas. Los defensores del proyecto de ley argumentaron que los bancos deberían proteger las cuentas corrientes y de ahorro de sus clientes, no utilizarlas para participar en actividades excesivamente especulativas.

A partir de estas observaciones, se instaló un cortafuegos, que lleva el nombre de las paredes resistentes que se utilizan en la construcción para evitar que los incendios se propaguen en un edificio, para separar las actividades bancarias y de inversión. El objetivo era impedir que los bancos emitieran préstamos que sirvieran para impulsar los precios de los valores en los que tenían participación y utilizar los fondos de los depositantes para suscribir ofertas de acciones.

Ejemplo de cortafuegos

Antes de la  Gran Depresión, los inversores tomaban préstamos con margen de los bancos comerciales para comprar acciones. Después de dos décadas de rápido crecimiento, la gente confiaba en que los precios de las acciones seguirían subiendo y que la revalorización del capital les permitiría reembolsar el préstamo.

En efecto, los bancos utilizaron el dinero de los depositantes habituales para financiar los préstamos, exponiéndolos a altos niveles de riesgo. Cuando surgió la Gran Depresión a fines de 1929 y las acciones fueron golpeadas, esta práctica aceptada fue objeto de escrutinio. El gobierno se vio obligado a tomar medidas, introduciendo nuevas reformas en la industria financiera que efectivamente pusieron fin a las actividades de corretaje que arriesgaban el dinero de los depositantes.

Historia de los cortafuegos

A pesar de enfrentarse a cierta oposición, la Ley Glass-Steagall y su cortafuegos prácticamente no se cuestionaron durante varias décadas. Sin embargo, en la década de 1980, varias de sus disposiciones comenzaron a ser ignoradas, en medio de un aumento de firmas gigantes de servicios financieros, un mercado bursátil rugiente y una postura anti-regulatoria dentro de la Reserva Federal y la Casa Blanca.

Finalmente, en 1999,se introdujola Ley Gramm-Leach-Bliley (GLBA), que permite a los bancos comerciales volver a participar en la banca de inversión y el comercio de valores. La sección 16 de la Ley Glass-Steagall permaneció en vigor, restringiendo los tipos de activos en los que los bancos podían invertir los fondos de los depositantes, aunque para entonces muchas de las otras partes de la ley habían sido derogadas, lo que esencialmente permitía a los bancos actuar como corredores de bolsa, y viceversa.



Fueron necesarios 12 intentos de derogación antes de que el Congreso aprobara la Ley Gramm-Leach-Bliley en 1999 para derogar las disposiciones clave de la Ley Glass-Steagall.

Algunos políticos y economistas afirman que esta desregulación contribuyó a la crisis financiera de 2008 , señalando que la falta de un cortafuegos llevó a las instituciones financieras estadounidenses a volverse demasiado grandes para quebrar y demasiado imprudentes con los fondos de los clientes. En medio de este debate, los políticos comenzaron a pedir constantemente que se restableciera la Ley Glass-Steagall.

En 2015, un grupo de senadores —John McCain (R-Ariz.), Elizabeth Warren (D-Mass.), Maria Cantwell (D-Wash.) Y Angus King (I-Maine) – iniciaron un borrador de un proyecto de ley para la Ley Glass-Steagalldel sigloXXI, que pide la separación de la banca tradicional de los bancos de inversión,  fondos de cobertura, seguros yactividades de capital privado dentro de un período de transición de cinco años. El proyecto de ley se leyó en el expediente del Congreso y se remitió al Comité de Banca, Vivienda y Asuntos Urbanos, pero no se registró ninguna otra acción. En abril de 2017, los mismos senadores volvieron a presentar el proyecto de ley, esta vez con el apoyo bipartidista adicional de los legisladores, incluido el ex presidente Donald Trump, el entonces secretario del Tesoro Steve Mnuchin y el exdirector del Consejo Económico Nacional Gary Cohn. Sin embargo, el proyecto de ley no fue aprobado por el Congreso.