19 abril 2021 18:06

Recibo de depósito europeo (EDR)

¿Qué es un recibo de depósito europeo (EDR)?

El recibo de depósito europeo (EDR) es un valor negociable emitido por un banco europeo que representa la seguridad pública de una empresa no europea y cotiza en bolsas locales. Las acciones emitidas por el banco se cotizan en moneda local (principalmente euros) y también pagan dividendos, si corresponde, en moneda local. Las empresas no europeas pueden cotizar EDR para atraer una base más amplia de inversores. Los EDR son el equivalente funcional de los recibos de depósito estadounidenses (ADR) en los EE. UU.

Comprensión de un recibo de depósito europeo (EDR)

Los certificados de depósito europeos existen desde hace décadas, pero se han vuelto más populares con el auge de la inversión global. Los beneficios son claros: los inversores en Europa obtienen un acceso conveniente a las acciones de empresas públicas con sede en Estados Unidos y otros países extranjeros; las empresas no europeas atraen una mayor cantidad de capital al cotizar en Europa; y los bancos que emiten y respaldan los EDR generan comisiones y tarifas comerciales para sus libros.

Realización y mantenimiento de un EDR

Después de determinar que las acciones de una empresa pública cumplen con los requisitos de cambio local, un banco con sede en Europa compra un bloque de acciones de la empresa y las coloca en custodia en su brazo depositario. Luego, los agrupa en paquetes y los vuelve a emitir en monedas locales para negociarlos y liquidarlos en las bolsas locales. Más allá de la creación de un EDR, un banco maneja pagos de dividendos, conversiones de moneda y distribuciones de recibos. También proporciona la transmisión de información de los accionistas a los titulares de EDR, incluidos informes anuales, presentaciones de poder y otros materiales de acción corporativa.

Riesgos de EDR

Para un inversor europeo, poder invertir en valores extranjeros en una bolsa local tiene su atractivo. Sin embargo, existen al menos dos riesgos principales. Primero, existe el riesgo cambiario. Tomemos, por ejemplo, una acción de una empresa estadounidense comprada por un inversor europeo en un momento determinado. Si en una fecha posterior el dólar estadounidense vale menos frente a la moneda local europea, el EDR también se habrá devaluado. En segundo lugar, un EDR puede tener una baja liquidez de negociación, lo que significa que los inversores no podrían realizar transacciones de entrada y salida con márgenes de compra-venta ajustados  en las cantidades deseadas de acciones.