20 abril 2021 6:19

La teoría de la información asimétrica en economía

Teoría de la información asimétrica en economía: descripción general

La teoría económica de la información asimétrica se desarrolló en las décadas de 1970 y 1980 como una explicación plausible de las fallas del mercado. La teoría propone que un desequilibrio de información entre compradores y vendedores puede provocar fallas en el mercado.

Para los economistas, la falla del mercado significa una distribución ineficiente de bienes y servicios en un mercado libre, en el que los precios están determinados por la ley de la oferta y la demanda.

Comprensión de la teoría de la información asimétrica

Tres economistas fueron particularmente influyentes en el desarrollo y la redacción de la teoría de la información asimétrica: George Akerlof, Michael Spence y Joseph Stiglitz. Los tres compartieron el Premio Nobel de Economía en 2001 por sus contribuciones.

Conclusiones clave

  • La teoría de la información asimétrica sugiere que los vendedores pueden poseer más información que los compradores, sesgando el precio de los bienes vendidos.
  • La teoría sostiene que los productos de alta y baja calidad pueden tener el mismo precio, dada la falta de información por parte del comprador.
  • Otros argumentan que la ignorancia de los hechos no es un hecho, ya que los compradores cautelosos tienen acceso a la información a pedido.

Akerlof argumentó por primera vez sobre la asimetría de la información en un artículo de 1970 titulado «El mercado de los ‘limones’: incertidumbre de la calidad y el mecanismo del mercado». En este artículo, Akerlof afirmó que los compradores de automóviles poseen información diferente a la de los vendedores de automóviles, lo que les da a los vendedores un incentivo para vender productos de mala calidad sin bajar el precio para compensar la inferioridad.

Akerlof usa el término coloquial limones para referirse a autos malos. Argumenta que los compradores a menudo no tienen la información para distinguir un limón de un buen automóvil. Por lo tanto, los vendedores de buenos autos no pueden obtener precios de mercado mejores que el promedio para sus productos.

Este argumento es similar a la ley de Gresham sobre la circulación de dinero, que sostiene que el dinero de mala calidad triunfa sobre el dinero mejor. Esa teoría se ha enfrentado a una oposición considerable.

La apuesta de la contratación

Michael Spence se sumó al debate con un artículo de 1973 «Señalización del mercado laboral». Spence sostiene que las nuevas contrataciones son inversiones inciertas para cualquier empresa. Es decir, el empleador no puede estar seguro de las capacidades productivas de un candidato. Spence compara el proceso de contratación con una lotería.



La investigación de mercado del mundo real ha puesto en duda la validez de la teoría de la asimetría de la información.

En este caso, Spence identifica las asimetrías de información entre empleadores y empleados.

Sin embargo, fue Stiglitz quien llevó la asimetría de información a la aceptación generalizada. Utilizando una teoría de análisis de mercado, fue autor o coautor de varios artículos, incluido un trabajo significativo sobre la asimetría en los mercados de seguros.

A través del trabajo de Stiglitz, se colocó información asimétrica en modelos contenidos de equilibrio general para describir las externalidades negativas que cotizan en la parte inferior de los mercados. Por ejemplo, la prima del seguro de salud necesaria para cubrir a las personas de alto riesgo hace que todas las primas aumenten, lo que obliga a las personas de bajo riesgo a alejarse de sus pólizas de seguro preferidas.

Evidencia empírica y desafíos

La investigación de mercado a lo largo de los años ha puesto en duda la existencia o la duración práctica de la información asimétrica que provoca fallas en el mercado. Economistas como Erik Bond (para el mercado de camiones, en 1982) han ofrecido análisis de la vida real, Cawley y Philipson (sobre seguros de vida, en 1999), Tabarrok (sobre citas y empleo, en 1994) e Ibrahimo y Barros ( sobre estructura de capital, en 2010).

Por ejemplo, se ha observado poca correlación positiva entre el seguro y la ocurrencia de riesgo en los mercados reales. Una posible explicación es que las personas no suelen tener información experta sobre sus propios tipos de riesgo, mientras que las compañías de seguros tienen tablas de vida actuariales y mucha más experiencia en la predicción de riesgos.

Desafiando los hechos

Otros economistas, como Bryan Caplan de la Universidad George Mason, señalan que no todo el mundo está en la oscuridad en los mercados reales. Las compañías de seguros buscan agresivamente servicios de suscripción, por ejemplo.

Caplan también sugiere que los modelos basados ​​en la ignorancia de una de las partes son defectuosos, dada la disponibilidad de información de terceros como Consumer Reports, Underwriters Laboratory, CARFAX y los burós de crédito.

El economista Robert Murphy sugiere que la intervención del gobierno puede evitar que los precios reflejen con precisión la información conocida, lo que puede causar fallas en el mercado. Por ejemplo, una compañía de seguros de automóviles podría verse obligada a aumentar todas las primas por igual si no puede basar sus decisiones de precios en el sexo, la edad o el historial de conducción de un solicitante.