Contrato a plazo variable prepago
El contrato a plazo variable prepago: descripción general
Un contrato a plazo variable de prepago es una estrategia utilizada por los accionistas para cobrar parte o la totalidad de sus acciones y diferir los impuestos adeudados sobre las ganancias de capital. El acuerdo de venta no se finaliza de inmediato, pero el accionista cobra el dinero.
Esta estrategia suele ser utilizada por inversores que poseen una gran cantidad de acciones en una sola empresa y desean recaudar efectivo mientras posponen los impuestos.
Comprensión del contrato a plazo variable prepago
Un usuario típico de un contrato a plazo variable de prepago podría ser un fundador o un alto ejecutivo de una corporación que haya acumulado una gran cantidad de acciones de la empresa. Esa persona podría querer diversificar sus inversiones, o asegurar ganancias en las acciones, o al menos recaudar una gran cantidad de efectivo.
Conclusiones clave
- Esta estrategia permite a un gran accionista cobrar mientras pospone los impuestos adeudados sobre las ganancias de capital.
- La venta no está finalizada. Esa es una ventaja para los tenedores de opciones sobre acciones con una fecha de ejercicio posterior.
- La estrategia es controvertida y tiende a atraer el escrutinio del IRS.
El uso de un contrato a plazo variable prepago le permite a esa persona vender las acciones a una empresa de corretaje. Al inversor se le paga inmediatamente entre el 75% y el 90% del valor actual de las acciones, pero la transacción no se finaliza, hasta que no se finalice, no se adeudan los impuestos sobre las plusvalías. En ese momento, el accionista entrega las acciones o el equivalente en efectivo, con un rango de precios establecido de antemano para protegerse contra una pérdida sustancial.
La práctica es particularmente útil en determinadas circunstancias. Por ejemplo, a algunos ejecutivos a los que se les otorgan opciones sobre acciones se les prohíbe venderlas durante un cierto período de tiempo. Además, una gran transacción de acciones por parte de un miembro de la empresa en cualquier momento pone nerviosos a los inversores. El contrato a plazo variable de prepago elude perfectamente estos obstáculos.
Dado que el contrato establece un precio mínimo y máximo en la transacción final, también protege al inversor de una gran pérdida si las acciones aumentan drásticamente de valor antes de que finalice la transacción.
No hace falta decir que esta práctica es controvertida y algunos piensan que no debería permitirse.
Técnicamente, un contrato a plazo variable prepago es una estrategia de collar, que es una opción de venta larga y una opción de compra corta en un valor. Sin embargo, tiene un tercer elemento: la monetización de la transacción en forma de préstamo contra el valor subyacente. Si bien alguna vez fue bastante sofisticado, este tipo de estrategias se han vuelto más comunes gracias a los avances en la ingeniería financiera.
Naturalmente, también tienden a llamar la atención del IRS y de los periodistas financieros. En 2011,The New York Times publicó un artículo en la portada destacando cómo Ronald Lauder, el heredero de cosméticos de Estée Lauder, estaba «protegiendo ingeniosamente» su compensación a través de un contrato a plazo variable prepago. Con el salario de los ejecutivos en muchos múltiplos de los niveles de compensación de los empleados promedio, este tipo de estrategias son objetivos populares para el escrutinio.