Peligro no asegurable
Definición de peligro no asegurable
Los peligros no asegurables son eventos para los cuales no hay cobertura de seguro disponible o para los cuales es poco probable que las aseguradoras suscriban pólizas. Un peligro no asegurable es típicamente un evento que tiene un alto riesgo de ocurrencia, lo que significa que la probabilidad de un pago es alta y esperada. Los peligros que las aseguradoras no están dispuestas a cubrir son a menudo de naturaleza catastrófica.
Rompiendo el peligro no asegurable
Un ejemplo de un peligro no asegurable sería si una persona construye una casa en un área de inundación conocida. Debido a que el área tiene un historial de ese peligro en particular, es poco probable que una compañía de seguros quiera extender la cobertura contra inundaciones debido a la dificultad de manejar el riesgo potencial. Es la razón por la que el seguro contra inundaciones existe como un programa gubernamental administrado por la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA).
Cuando el seguro no funciona
Las principales áreas en las que no se puede obtener un seguro incluyen el riesgo de reputación, el riesgo regulatorio, el riesgo de secreto comercial, el riesgo político y el riesgo de pandemia.
El riesgo de reputación se produce cuando una empresa hace algo, o le sucede algo a una empresa, que daña su imagen pública hasta el punto de poner en peligro su negocio. Por ejemplo, un director ejecutivo está involucrado en un escándalo de acoso sexual o alguien está colocando veneno al azar en botellas de un producto de una empresa. Puede haber cierta cobertura (por ejemplo, para gastos de retiro de productos). Pero, en general, estas situaciones no se pueden asegurar porque una aseguradora no puede determinar cuál es el riesgo y cuánto vale.
El riesgo regulatorio es la posibilidad de que una agencia gubernamental haga algo, o un gobierno apruebe una ley, que dañe severamente una empresa. Por ejemplo, forzar el cierre de los generadores eléctricos de carbón. Cada año se publican miles de nuevas reglas y leyes a nivel estatal, local y federal. Es imposible para una aseguradora anticiparlos o redactar una póliza para mitigar el daño a una empresa que se deriva de ellos.
Los secretos comerciales son esenciales para muchas empresas, sin embargo, si están expuestos o son robados, el daño es difícil de calcular. Un pirata informático puede robar un código informático clave. Un empleado descontento puede marcharse con fórmulas o procesos secretos. Predecir qué tan probable es que esto suceda o la cantidad de daño está más allá de la capacidad y el alcance de la mayoría de las aseguradoras.
Los riesgos políticos como la expropiación de un activo por parte del gobierno, la guerra o la violencia política, el incumplimiento crediticio de las cuentas por cobrar comerciales o cuando los gobiernos extranjeros bloquean la transferencia de moneda y activos, son difíciles de asegurar porque son muy impredecibles. Lo mismo ocurre con las pandemias. Las enfermedades masivas causadas por la gripe o los virus pueden perturbar un negocio, pero el seguro no puede ayudar.