Efecto comercial - KamilTaylan.blog
20 abril 2021 4:43

Efecto comercial

¿Cuál es el efecto comercial?

El efecto de negociación mide la eficacia de un administrador de cartera comparando los rendimientos de su cartera con los de un índice de referencia elegido.

Conclusiones clave

  • El efecto de negociación mide la efectividad de un administrador de cartera comparando los rendimientos de su cartera con los de un índice de referencia elegido.
  • El efecto de negociación responde a la simple pregunta de si el administrador de la cartera o el inversor agregan valor al administrar activamente la cartera.
  • El efecto de negociación también se puede utilizar para determinar si la inversión activa (negociación) es mejor que la inversión pasiva, como una estrategia de compra y retención.

Comprensión del efecto comercial

El efecto de negociación es la diferencia de rendimiento entre la cartera de un inversor activo y un índice de referencia elegido. La inversión activa tiene un enfoque práctico y requiere que alguien actúe en el papel de administrador de cartera. Con la inversión activa, el objetivo es ver si la composición, incluidas las alteraciones que se realizaron durante el período observado de la cartera del inversor, se comportó mejor o peor que el índice de referencia. El efecto de negociación también se puede utilizar para determinar si la inversión activa (negociación) es mejor que la inversión pasiva (compra y retención).

El índice de referencia elegido debe tener relevancia para la cartera que se está midiendo y debe ser ampliamente reconocido y utilizado. Por ejemplo, el índice S&P 500 sería un punto de referencia apropiado para medir la cartera de un inversor que se compone predominantemente de acciones, aunque también se puede utilizar para medir el rendimiento de carteras compuestas por otras clases de activos.

El efecto de negociación sirve para que los inversores cuantifiquen el rendimiento de un gestor de carteras. Responde a la simple pregunta de si el administrador (o el inversionista) agregó valor al hacer ajustes en la cartera. Si el índice de referencia, como el índice de bonos corporativos Dow Jones, supera a la cartera de bonos gestionada activamente, el administrador de la cartera resta valor para el inversor. Si la cartera de bonos gana más que el índice de bonos, entonces los cambios en la composición de la cartera han aumentado el valor del inversor, lo que indica una buena estrategia de gestión.

Efecto de negociación y carteras de bonos

Numerosos y complejos factores pueden influir en la rentabilidad de la cartera de bonos. Una razón de la falta de medidas de rendimiento de la cartera de bonos fue que, antes de la década de 1970, la mayoría de los administradores de carteras de bonos seguían estrategias de compra y retención, por lo que su rendimiento probablemente no difería mucho. En esta era, las tasas de interés eran relativamente estables, por lo que se podía ganar poco con la gestión activa de las carteras de bonos. El entorno en el mercado de bonos cambió considerablemente a finales de los años setenta y ochenta, cuando las tasas de interés aumentaron drásticamente y se volvieron más volátiles.

Aunque las técnicas para evaluar el rendimiento de la cartera de acciones existen desde hace casi 40 años, más recientemente se iniciaron técnicas comparables para examinar el rendimiento de la cartera de bonos, cuando el mercado de bonos cambió considerablemente debido a un aumento espectacular de las tasas de interés y la  volatilidad.

Este cambio creó un incentivo para negociar bonos, y esta tendencia hacia una gestión activa llevó a rendimientos más dispersos por parte de los administradores de carteras de bonos. Esta dispersión en el desempeño, a su vez, creó una demanda de técnicas que ayudarían a los inversores a evaluar el desempeño de los administradores de carteras de bonos. Los modelos de evaluación de bonos suelen considerar los factores generales del mercado y el impacto de la selección de bonos individuales.

Esta técnica para medir el efecto de negociación desglosa el rendimiento en función de la duración del bono como una medida de riesgo integral, pero no considera las diferencias en el riesgo de incumplimiento. En concreto, la técnica no diferencia entre un bono AAA con una duración de ocho años y un bono BBB con la misma duración, lo que claramente podría afectar el desempeño. Un administrador de cartera que invirtió en bonos BBB, por ejemplo, podría experimentar un efecto de análisis muy positivo simplemente porque los bonos eran de menor calidad.