Métricas blandas
¿Qué son las métricas blandas?
En finanzas, el término «métricas blandas» se utiliza para describir indicadores relacionados con el valor o el rendimiento de una empresa que se desvían de las métricas «duras» tradicionales, como los márgenes de beneficio neto o las ganancias por acción (EPS).
Las métricas blandas se utilizan normalmente cuando las métricas duras son difíciles de obtener. Durante períodos de exuberancia irracional, como la burbuja de las puntocom que se produjo a finales de la década de 1990, los inversores a menudo apuntarán a métricas blandas para justificar la valoración de una empresa. En esos casos, las valoraciones de las empresas normalmente no se justificarían sobre la base de métricas estrictas.
Conclusiones clave
- Las métricas blandas son medidas no tradicionales que se utilizan para evaluar el desempeño de una empresa.
- Por lo general, se diseñan a discreción de la empresa o del analista en cuestión y, por lo tanto, pueden resultar difíciles de verificar de forma independiente.
- Algunos inversores se mostrarán reacios a confiar en las métricas blandas debido a la facilidad con la que pueden manipularse para producir los resultados deseados.
Comprensión de las métricas blandas
Debido a que están pensados para ser flexibles y adaptados a la empresa en cuestión, existe una amplia variedad de métricas blandas potenciales. De hecho, debido a que las métricas blandas no están estandarizadas y quedan fuera de las restricciones de las prácticas contables generalmente aceptadas (GAAP), los analistas tienen la libertad de desarrollar nuevas métricas blandas según sea necesario.
Sin embargo, lo que tienen en común la mayoría de las métricas blandas es que buscan evaluar características de una empresa que se consideran importantes a pesar de no aparecer directamente en los estados financieros. Por ejemplo, una empresa basada en Internet podría informar sus tendencias de tráfico web como una métrica flexible, argumentando que podrá monetizar esta popularidad en el futuro a pesar de no mostrar rentabilidad en la actualidad. En este escenario, la empresa sostiene que la métrica blanda es un importante indicador prospectivo, que proporciona evidencia de que el modelo de negocio de la empresa es fundamentalmente sólido.
Desde la perspectiva de los inversores, es importante tratar las métricas blandas con una buena dosis de escepticismo. Después de todo, debido a que no están sujetos a directrices y auditorías claras, hay un margen considerable para que las empresas diseñen sus métricas blandas de tal manera que produzcan el resultado deseado. Esto es particularmente cierto cuando la métrica en cuestión se basa en cálculos complejos que requieren múltiples supuestos. En esos escenarios, incluso un cambio mínimo en las suposiciones podría tener un gran efecto en los resultados. Y debido a que es posible que la empresa no esté obligada a revelar la naturaleza de esos supuestos, es posible que los inversores no tengan medios para verificar de forma independiente la razonabilidad de las cifras presentadas.
Ejemplo del mundo real de métricas blandas
XYZ Corporation es una startup prometedora que recientemente completó su segunda ronda de recaudación de fondos. Los nuevos inversores quedaron particularmente impresionados por el progreso constante realizado en los esfuerzos de desarrollo de productos de XYZ, que XYZ demostró a través de una variedad de métricas blandas.
Aunque la nueva ronda de recaudación de fondos se consideró en general un éxito, una de las empresas de capital de riesgo (VC) que participó en la primera ronda de recaudación de fondos estuvo notablemente ausente de la segunda ronda, y en su lugar eligió vender su posición a otra firma de VC.
Cuando se les preguntó por qué eligieron dejar su puesto, la firma de capital de riesgo respondió que no estaban convencidos del progreso que afirmaba XYZ con el argumento de que la compañía no les proporcionó una explicación detallada de cómo se calcularon sus métricas blandas. En ausencia de métricas sólidas para verificar el progreso de XYZ, la firma de capital de riesgo no se sintió cómoda actuando como patrocinadores de la firma.