20 abril 2021 2:58

Moneda blanda

¿Qué es la moneda blanda?

Una moneda blanda es aquella con un valor que fluctúa, predominantemente más bajo en relación con otras monedas, porque hay menos demanda de esa moneda en los mercados de divisas. Esta falta de demanda puede deberse a una variedad de factores, pero a menudo es el resultado de la incertidumbre política o económica del país.

Qué significa la moneda blanda

Una moneda blanda es aquella que lucha por mantener su valor en relación con otras monedas. Esto sucede porque los comerciantes e inversores buscan mantener otras monedas más que la moneda blanda. Esta débil demanda suele ser el resultado de la inestabilidad política o económica del país, lo que a su vez hace que el precio de la moneda sea más volátil. En tales condiciones, los comerciantes de divisas tienden a evitar la moneda y los comerciantes, incluso con un volumen bajo, pueden producir variaciones drásticas en el tipo de cambio de la moneda.

En los mercados financieros, los analistas y comerciantes también se referirán a una moneda blanda como una «moneda débil». Las monedas de la mayoría de los países en desarrollo se consideran monedas blandas. A menudo, los gobiernos de estos países en desarrollo establecerán tipos de cambio excesivamente altos, vinculando sus monedas a una moneda como el dólar estadounidense. Esta política crea un valor de cambio que no es favorable para los inversores o comerciantes y frena la demanda de la moneda.

Como era de esperar, las monedas blandas son más volátiles debido a la naturaleza de lo que impulsa los movimientos, así como a la falta de liquidez provocada por una menor demanda. Es poco probable que los bancos centrales mantengan monedas blandas como reservas de divisas, a diferencia del dólar estadounidense, el euro y el yen japonés, hecho que agrava los problemas de volatilidad.

El dólar de Zimbabwe y el bolívar venezolano son dos ejemplos de monedas blandas. Ambos países han experimentado inestabilidad política. Sus gobiernos han instituido políticas monetarias que han llevado a la hiperinflación. Esto, a su vez, ha provocado una fuerte devaluación de la moneda y la impresión de billetes de alta denominación. La tasa de crecimiento anual del producto interno (PIB) en Zimbabwe ha caído todos los años desde 2011, y la economía venezolana ha estado en recesión desde el primer trimestre de 2014. Esto hace que sea aún más difícil para estos países pagar sus deudas por préstamos que pueden haber tomado de bancos, otros países o el Fondo Monetario Internacional (FMI).