Depósito de seguridad
¿Qué es un depósito de seguridad?
Un depósito de seguridad es dinero que se le da al propietario, prestamista o vendedor de una casa o apartamento como prueba de la intención de mudarse y cuidar el domicilio. Los depósitos de seguridad pueden ser reembolsables o no reembolsables, según los términos de la transacción. Un depósito de seguridad está destinado a ser una medida de seguridad para el destinatario y también se puede utilizar para pagar daños o pérdida de propiedad.
Los depósitos de seguridad sirven como una medida de seguridad intangible, o como un medio de seguridad tangible en caso de daños o pérdida de propiedad.
Los estados tienen diferentes leyes sobre dónde se mantiene un depósito de seguridad, como una cuenta bancaria separada o una cuenta de depósito en garantía y si debe cobrar intereses.
Cómo funciona un depósito de seguridad
Los depósitos de seguridad se pagan antes de mudarse o tomar posesión de la propiedad y estos depósitos suelen ser la misma cantidad que el alquiler mensual. Se puede utilizar un depósito de seguridad para cualquier reparación o reemplazo de electrodomésticos en una unidad de alquiler si los daños resultan de las acciones del arrendatario.
Por ejemplo, si un inquilino rompe una ventana o causa daños permanentes a los pisos, paredes o infraestructura de la propiedad, entonces el propietario puede usar el depósito de seguridad para reparaciones. Por lo general, si la propiedad está en buenas condiciones y sin necesidad de reparación cuando el inquilino se mude, se le puede reembolsar el depósito de seguridad.
Conclusiones clave
- Un depósito de seguridad sirve como un medio para reparar o reemplazar algo en una unidad de alquiler que fue dañado, perdido o robado por el arrendatario.
- Los depósitos de seguridad generalmente se reembolsan a la salida si la propiedad se dejó en ‘razonablemente’ buena forma, hasta el punto de depreciación normal)
- Los depósitos de seguridad generalmente deben pagarse antes de mudarse y las leyes estatales dictan cómo se aplican los depósitos de seguridad una vez que se necesitan.
Requisitos para un depósito de seguridad
El monto de un depósito de seguridad suele ser el alquiler de un mes, pero puede ser mayor. Si la tasa de alquiler de una propiedad aumenta, es posible que el depósito de seguridad que se mantiene en garantía no sea suficiente.
Los depósitos de seguridad pueden devengar intereses mientras se mantienen, pero la tasa de aumento de la renta puede exceder ese interés. El arrendatario deberá agregar más dinero al depósito de seguridad que se retiene.
Los depósitos de seguridad no se consideran ingresos sujetos a impuestos y las leyes locales a menudo tratan los depósitos de seguridad como fondos fiduciarios. Los depósitos de seguridad que se utilizan como pagos finales de alquiler deben reclamarse como alquiler anticipado y están sujetos a impuestos cuando se pagan.
Consideraciones Especiales
En algunos estados, los propietarios pueden aplicar depósitos de seguridad como alquiler a los inquilinos que de otra manera no pueden pagar o usar los depósitos para reparar los daños causados por los inquilinos. Cada estado puede estipular si se puede utilizar o no un depósito de seguridad para pagar el último mes de alquiler cuando finalice la ocupación de una propiedad. Dependiendo de la legislación local, el último mes de alquiler y un depósito de seguridad pueden no ser lo mismo y deben contabilizarse por separado. El arrendador podría incluso necesitar la aprobación por escrito del arrendatario para utilizar un depósito de seguridad como alquiler final.
Puede haber problemas con la cantidad requerida para los depósitos de seguridad en determinadas ciudades o vecindarios. Algunos distritos podrían tener propietarios que cobren tasas de depósito de seguridad más altas en comparación con las áreas circundantes. Esto puede tener el efecto de obligar a las personas y familias de bajos ingresos a buscar lugares para vivir en esas áreas. Se podría promulgar legislación local que establezca límites sobre el monto del depósito de seguridad en relación con el alquiler cobrado por una propiedad.