Clinton Bond
¿Qué es Clinton Bond?
Un bono de Clinton es un término de jerga para una inversión de deuda que se dice que no tiene capital, interés ni valor de vencimiento. Es una referencia despectiva a las políticas de tasas de interés del presidente Bill Clinton que hicieron que los tenedores de bonos perdieran miles de millones de dólares al principio de su presidencia.
Conclusiones clave
- El bono Clinton es un término de la jerga para una inversión de deuda que se dice que no tiene capital, interés ni valor de vencimiento.
- El bono de Clinton es una referencia despectiva a las políticas de tipos de interés del presidente Bill Clinton que vieron a los tenedores de bonos perder miles de millones de dólares al principio de su presidencia.
- La historia muestra que las políticas de la administración Clinton en realidad aplacaron al mercado de bonos en lugar de incitarlo, como implicaba el término bono de Clinton.
Entendiendo Clinton Bond
Los temores inflacionarios dañaron los bonos, convirtiéndolos en bonos de Clinton, al comienzo del primer mandato del presidente, lo que provocó que los rendimientos aumentaran temporalmente. Sin embargo, estos temores fueron infundados, ya que Clinton eligió equilibrar el presupuesto en lugar de aumentar el déficit federal, lo que permitió que se recuperaran los precios de los bonos. De hecho, la inflación, uno de los mayores riesgos para los bonos, permaneció bajo control durante la mayor parte de los dos mandatos de Clinton en el cargo, y aumentó cerca del 4.0% en 1999 y 2000 a medida que subían los precios de los activos.
Las percepciones negativas de la capacidad del ex presidente Clinton para administrar la economía formaron la base de este tipo de vínculo. Los bonos Clinton también se conocen como «bonos Quayle», que llevan el nombre del ex vicepresidente Dan Quayle. Este término de jerga raramente visto se usa con más frecuencia para hacer un punto, que para representar realmente un vínculo de mercado.
Las tasas del Tesoro a 10 años se ubicaron en 6.2% cuando Clinton completó su primer mes en el cargo en enero de 1993. Los rendimientos inicialmente disminuyeron, cayendo hasta 5.3% mientras la nueva administración demócrata estaba formando su política económica. Sin embargo, una vez que Clinton implementó sus políticas fiscales de aumentos de impuestos y redujo el gasto social a fines de 1993, las tasas comenzaron a aumentar, llegando al 8.0% en noviembre de 1994. A medida que las tasas de interés y los precios de los bonos se mueven en direcciones opuestas, los precios de los bonos cayeron. De hecho, según lo medido por el índice agregado de Lehman Brothers, los bonos cayeron un 2,9% en 1994, una de las pérdidas de ingresos fijos de sólo tres años calendario desde 1976.
Justificación y conceptos erróneos de los bonos Clinton
Las pérdidas absolutas de los bonos durante períodos de mediano a largo plazo son raras y causaron consternación a los profesionales de la comunidad de bonos acostumbrados a un entorno comercial más amigable. Durante los 12 años previos a que Clinton implementara su agenda de reducción del déficit, el mayor gasto y las reducciones de las tasas de interés bajo las administraciones favorables al déficit de Reagan y Bush habían apoyado un mercado alcista de bonos. Los rendimientos del mercado de bonos fueron más restringidos bajo Clinton, pero eso no cuenta toda la historia.
El término bono de Clinton pudo haber cumplido su propósito en ese momento, pero una mirada retrospectiva a la historia de la administración Clinton muestra que el presidente en realidad aplacó al mercado de bonos más que incitarlo. Varias biografías de Clinton revelan que el presidente frenó sus planes de una política fiscal más expansiva para mantener una paz relativa con el presidente de la Reserva Federal, Alan Greenspan, y el mercado de bonos.