Problema sin fecha
¿Qué es un problema sin fecha?
Una emisión sin fecha es un bono del gobierno que no tiene fecha de vencimiento, lo que resulta en pagos de intereses que duran hasta la perpetuidad.
Conclusiones clave
- Una emisión sin fecha es un bono del gobierno que no tiene fecha de vencimiento, lo que resulta en pagos de intereses que se mantienen perpetuos.
- Una emisión sin fecha puede funcionar, desde la perspectiva del tenedor de bonos, de manera muy similar a una acción que paga dividendos.
- Los bancos consideran que las emisiones sin fecha son una forma de capital de Nivel 1, ya que ayudan a los bancos a cumplir con sus requisitos de reserva de capital.
Comprender el problema sin fecha
Técnicamente hablando, el plazo preestablecido y acordado por el que una emisión sin fecha pagará intereses es, esencialmente, «para siempre». Una emisión sin fecha puede funcionar, desde la perspectiva del tenedor del bono, de manera muy similar a una acción que paga dividendos, ya que el tenedor continuará recibiendo pagos de intereses de manera recurrente y continua durante un largo período de tiempo. Por razones obvias, las emisiones sin fecha a veces también se conocen como bonos perpetuos, o simplemente «delincuentes» para abreviar.
Si bien el gobierno puede canjear una emisión sin fecha si así lo desea, generalmente no ejercerá esta opción. Dado que la mayoría de las emisiones sin fecha existentes tienen cupones muy bajos, hay poco o ningún incentivo para el canje. Las emisiones sin fecha se tratan como capital a todos los efectos prácticos debido a su naturaleza perpetua, en lugar de tratarse como deuda. Sin embargo, una diferencia que distingue a estos bonos de otras formas de capital es que vienen sin el voto correspondiente adjunto, por lo que el tenedor no tiene influencia relacionada con el voto ni control sobre la entidad emisora.
Los bancos consideran que las emisiones sin fecha son una forma de capital de nivel 1, una categoría que incluye capital social y reservas divulgadas. Esto significa que estos bonos son útiles para ayudar a los bancos a cumplir con sus requisitos de reserva de capital.
Las emisiones sin fecha continúan ofreciéndose en el panorama financiero actual, pero no tienen tanta demanda como los instrumentos financieros más populares, como los bonos municipales o los bonos del Tesoro.
Problemas sin fecha en el historial
Los problemas sin fecha han existido durante mucho tiempo. Muchos historiadores financieros dan crédito al gobierno británico por crear el concepto, o al menos por introducir los primeros ejemplos ampliamente reconocidos. Los expertos financieros registraron la primera publicación británica de números sin fecha en el siglo XVIII.
Quizás las emisiones sin fecha más conocidas son los bonos o gilts sin fecha del gobierno del Reino Unido, también conocidos como valores con borde dorado. Hasta hace relativamente poco, existían ocho números, algunos de los cuales se remontan al siglo XIX. El mayor de estos problemas en los últimos tiempos fue el préstamo de guerra, con un tamaño de emisión de 1.900 millones de libras esterlinas y una tasa de cupón del 3,5 por ciento que se emitió a principios del siglo XX. Sin embargo, los gilts sin fecha ahora se han convertido en parte de la nostalgia financiera en el Reino Unido. Los últimos bonos sin fecha que quedaban en la cartera del Reino Unido se reembolsaron en julio de 2015, como parte de un programa iniciado por la canciller británica.