El valor de la inversión socialmente responsable
Una vez considerada un área de nicho de práctica de inversión, la inversión socialmente responsable (SRI) ahora abarca una amplia audiencia de inversión que incluye individuos, incluidos aquellos de alto patrimonio neto y otros, e instituciones como planes de pensiones, donaciones y fundaciones. Los principios religiosos, las creencias políticas, los eventos específicos y el amplio alcance de la responsabilidad corporativa, como la inversión verde y el bienestar social, impulsan esta práctica de inversión.
Ejemplos de inversión socialmente responsable
La inversión socialmente responsable expresa el juicio de valor del inversor, del cual se pueden utilizar varios enfoques.
- Un ejemplo es cuando un inversor evita empresas o industrias que ofrecen productos o servicios que el inversor percibe como perjudiciales. Las industrias del tabaco, el alcohol y la defensa suelen ser evitadas por personas que intentan ser inversores socialmente responsables.
- Otro es considerar una clasificación de desempeño en términos de qué tan bien se desempeña una empresa, no solo en términos de métricas financieras sino también en lo que respecta a cuestiones sociales, ambientales, de gobernanza y éticas.
- Otro más implica el compromiso activo entre los accionistas de la empresa y su dirección.
- Por último, está la táctica activista que implica que el inversor defienda cuestiones específicas.
Uno o una combinación de estos enfoques puede ser un factor crítico en el proceso de gestión de cartera y supervisión fiduciaria. Además, la práctica es global, con diferentes enfoques enfatizados en varios países en función de su cultura, gobierno, entorno empresarial y la interrelación de estos factores.
Lo que se considera socialmente responsable, o no, ha dado lugar a opiniones divergentes sobre si estos enfoques producen rendimientos competitivos.
¿Para beneficio de quién?
Los inversionistas con conciencia social pueden asumir una visión más holística de una empresa al tomar decisiones de inversión, observando cómo sirve a sus partes interesadas, así como a los acreedores, la administración, los empleados, la comunidad, los clientes y los proveedores. Dentro de este contexto, la inversión socialmente responsable busca maximizar el bienestar de las personas y su entorno mientras obtiene un retorno de la inversión que sea consistente con los objetivos del inversionista.
A primera vista, estas dos nociones pueden parecer contradictorias. Por ejemplo, puede haber un costo implícito de tal enfoque en la medida en que evite empresas y sectores rentables. El tabaco, el alcohol, las armas de fuego y los juegos de azar han sido industrias lucrativas.
Sin embargo, para un inversionista con conciencia social, su inclusión en una cartera no cumpliría con los objetivos del inversionista de vivir en un mundo sin conflictos ni estimulantes y depresores legales. Al igual que con cualquier enfoque de inversión, el inversor con conciencia social debe:
- Defina sus objetivos y limitaciones de riesgo y rendimiento.
- En cuanto a lo último, el inversor debe determinar cuáles son sus limitaciones de conciencia social. Estos pueden diferir considerablemente, dependiendo del inversor. Los musulmanes que deseen cumplir con la ley Sharia excluirían a cualquier empresa relacionada con la producción, venta y distribución de alcohol, y cualquier institución financiera que otorgue préstamos y cualquier negocio que se beneficie del juego.
- Los inversores que se oponen al conflicto armado como medio de resolución de disputas pueden evitar cualquier empresa o industria asociada con la defensa, la seguridad nacional o las armas de fuego.
- Una vez que un inversor define sus limitaciones, debe decidir un enfoque para implementarlas, ya sea el uso de pantallas de inclusión o exclusión, criterios de mejores prácticas o promoción. El tipo de inversor puede determinar el enfoque más adecuado. Por ejemplo, la promoción y el diálogo con una empresa o industria se adaptarían mejor a un gran fondo de pensiones público. Considere el trabajo de CalPERS o el activista multimillonario suizo Martin Ebner, este último un ejemplo de activismo de accionistas individuales. Por el contrario, un inversor individual que trabaja con un asesor consideraría más factible el proceso de selección.
- La inversión social tiene costos implícitos (los retornos que potencialmente se pierden por la exclusión de empresas con productos o prácticas comerciales inaceptables) y costos explícitos. Para aquellos que están considerando un enfoque activo, las tarifas de los fondos mutuos y que cotizan en bolsa tienden a ser un poco más altas. Para los inversores que buscan una gestión pasiva, hay menos índices para replicar.
- La diversificación es siempre una consideración importante. Las pantallas pueden obstaculizar este proceso, de forma no intencionada o no.
La utilización de este tipo de marco de inversión tradicional parecería hacer que el proceso sea manejable, siempre que el inversionista sopese cuidadosamente los costos y beneficios de este tipo de enfoque de inversión.
Sin embargo, podría parecer que hay un dilema sobre cuyos cuernos el inversionista invariablemente sería empalado. Por ejemplo, si la inversión en productos «viciosos» como el alcohol y el tabaco es un anatema para un inversor con conciencia social, ¿qué pasa con los sectores de transporte y energía?
Después de todo, los productos deben enviarse al punto de venta, lo que requiere varios medios de transporte que, a su vez, requieren combustible. Este tipo de consideraciones hace que la definición precisa de los objetivos de inversión socialmente responsables de uno sea aún más crucial.
Dependiendo de la perspectiva del individuo, las empresas pueden mostrar características que son tanto irresponsables como responsables.
La línea de fondo
La inversión socialmente responsable refleja los valores de un inversor. Si bien las oportunidades en este ámbito de la gestión de inversiones han crecido considerablemente, no se pueden ignorar las mejores prácticas de inversión.
Los inversionistas deben definir claramente sus objetivos al emprender este tipo de enfoque, reconociendo sus posibles compensaciones y articulando claramente una política que considere todas las variables cuando se busca maximizar lo bueno sobre lo abundante y abundante.
La gestión de riesgos y la atención a los costos son fundamentales. La investigación parece indicar que los resultados de la inversión con conciencia social no son estadísticamente más significativos que un enfoque más convencional.