Zona única de pagos en euros – SEPA
¿Qué es una zona única de pagos en euros (SEPA)?
La zona única de pagos en euros (SEPA) es un sistema de transacciones creado por la Unión Europea (UE). La SEPA armoniza la forma en que se realizan los pagos sin efectivo entre los países del euro. Los consumidores, las empresas y los agentes gubernamentales europeos que realizan pagos mediante débito directo, transferencia de crédito instantánea y transferencias de crédito utilizan la arquitectura SEPA. La zona única de pagos en euros está aprobada y regulada por la Comisión Europea.
Objeto y miembros de la SEPA
El objetivo de la iniciativa de la zona única de pagos en euros (SEPA) es hacer que los pagos electrónicos transfronterizos sean tan económicos y fáciles como los pagos dentro de un país. Además, el sistema genera más competencia en la industria de pagos al crear un mercado único para los servicios de pago, lo que reduce los precios. Más de 520 millones de personas viven en países cubiertos por la SEPA, y esos clientes realizan más de 122 mil millones de pagos electrónicos al año.
La SEPA incluye actualmente 36 miembros. Abarca los 28 estados miembros de la UE junto con Islandia, Noruega, Liechtenstein, Suiza, Andorra, Ciudad del Vaticano, Mónaco y San Marino. La zona de pagos únicos en euros sigue siendo un proceso de colaboración continuo entre estas partes. La SEPA está en proceso de armonizar las normas relativas a los pagos móviles y en línea.
La SEPA es gestionada por la Comisión Europea y el Banco Central Europeo (BCE) de forma colaborativa, a través de la Junta Europea de Pagos. La junta está presidida por el Banco Central Europeo, que junto con representantes del gobierno y grupos de consumidores, trabaja para gobernar la junta y dirigir su agenda.
Historia de la Zona Única de Pagos en Euros
La historia de la SEPA comenzó en 1999 cuando la industria bancaria a través del Eurol Bank argumentó que una unión monetaria también debería tener un área de pagos única. La opinión era que conduciría a una mayor integración de las economías de la UE. Sin embargo, no fue hasta 2007 que la Unión Europea aprobó la Directiva de Servicios de Pago. La Directiva constituyó la base jurídica para el establecimiento de la Zona Única de Pagos en Euros.
En 2011, los pagos SEPA reemplazaron a los pagos nacionales. Posteriormente, en 2017, la SEPA dio a conocer un programa mediante el cual los bancos participantes transferirían hasta 15.000 euros en diez segundos.
En 2018, la Comisión Europea propuso extender las reglas que prohíben a los bancos cobrar tarifas de transacciones transfronterizas adicionales también a países no pertenecientes a la UE. Esta propuesta dicta que todas las personas en la UE tienen derecho a transferir euros a través de las fronteras al mismo costo que pagarían por una transacción nacional. Las nuevas reglas también requerirán que los consumidores estén informados del costo de una conversión de moneda antes de realizar un pago en el extranjero en una moneda diferente a su moneda local.
En 2019, Ciudad del Vaticano y Andorra se incorporan a la SEPA.