Arbitraje de riesgo
¿Qué es el arbitraje de riesgo?
El arbitraje de riesgo, también conocido como arbitraje de fusión, es una estrategia de inversión para beneficiarse de la reducción de una brecha entre el precio de negociación de las acciones de un objetivo y la valoración de esa acción por parte del adquirente en un acuerdo de adquisición previsto. En una fusión de acciones, el arbitraje de riesgo implica comprar las acciones del objetivo y vender al descubierto las acciones del adquirente. Esta estrategia de inversión será rentable si se concreta el trato. Si no es así, el inversor perderá dinero.
Conclusiones clave
- El arbitraje de riesgo es una estrategia de inversión utilizada durante las operaciones de adquisición que permite a un inversor beneficiarse de la diferencia en el precio de negociación de las acciones del objetivo y la valoración de esa acción por parte del adquirente.
- Después de que la empresa adquirente anuncia su intención de comprar la empresa objetivo, el precio de las acciones de la adquirente normalmente disminuye, mientras que el precio de las acciones de la empresa objetivo generalmente aumenta.
- En una oferta de acciones, un inversor de arbitraje de riesgo compraría acciones de la empresa objetivo y, al mismo tiempo, vendería en corto las acciones de la adquirente.
- El riesgo para el inversor en esta estrategia es que el acuerdo de adquisición fracase, provocando que el inversor sufra pérdidas.
Comprensión del arbitraje de riesgo
Cuando se anuncia un acuerdo de fusión y adquisición (M&A), el precio de las acciones de la empresa objetivo salta hacia la valoración establecida por el adquirente. El adquirente propondrá financiar la transacción de una de estas tres formas: todo el efectivo, todas las acciones o una combinación de efectivo y acciones.
En el caso de todo el efectivo, el precio de las acciones objetivo se negociará cerca o al precio de valoración del adquirente. En algunos casos, el precio de las acciones del objetivo superará el precio de oferta porque el mercado puede creer que el objetivo se pondrá en juego para un postor más alto, o el mercado puede creer que el precio de oferta en efectivo es demasiado bajo para los accionistas y la junta de directores de la empresa objetivo para aceptar.
En la mayoría de los casos, sin embargo, existe un diferencial entre el precio de negociación del objetivo justo después del anuncio del acuerdo y el precio de oferta del comprador. Este diferencial se desarrollará si el mercado piensa que la operación no se cerrará al precio de oferta o que puede que no se cierre en absoluto. Los puristas no creen que esto sea un arbitraje de riesgo porque el inversor simplemente está colocando en largo la acción objetivo con la esperanza o expectativa de que subirá o alcanzará el precio de oferta en efectivo. Aquellos con una definición ampliada de » arbitraje » señalarían que el inversor está intentando aprovechar una discrepancia de precios a corto plazo.
Arbitraje de riesgo y ofertas de acciones
En una oferta de acciones, en la que se ofrece una proporción fija de las acciones del adquirente a cambio de acciones en circulación del objetivo, no hay duda de que el arbitraje de riesgo estaría en funcionamiento. Cuando una empresa anuncia su intención de adquirir otra empresa, el precio de las acciones del adquirente normalmente baja, mientras que el precio de las acciones de la empresa objetivo generalmente sube.
Sin embargo, el precio de las acciones de la empresa objetivo a menudo se mantiene por debajo de la valoración de adquisición anunciada. En una oferta de acciones, un «árbitro de riesgo» (como se conoce coloquialmente a un inversor de este tipo) compra acciones de la empresa objetivo y, al mismo tiempo, vende acciones en corto de la adquirente. Si se completa el trato y las acciones de la empresa objetivo se convierten en acciones de la empresa adquirente, el árbitro de riesgo puede utilizar las acciones convertidas para cubrir su posición corta. El juego del árbitro de riesgo se vuelve un poco más complicado para un trato que involucra efectivo y acciones, pero la mecánica es básicamente la misma.
El arbitraje de riesgo también se puede lograr con opciones. El inversor compraría acciones de la empresa objetivo y pondría opciones sobre las acciones de la empresa adquirente.
Críticas al arbitraje de riesgo
El inversor en arbitraje de riesgo está expuesto al mayor riesgo de que los reguladores cancelen o rechacen el trato. El acuerdo puede cancelarse por otras razones, como la inestabilidad financiera de cualquiera de las empresas o una situación fiscal que la empresa adquirente considere desfavorable. Si el acuerdo no se concreta por cualquier motivo, el resultado habitual sería una caída, potencialmente brusca, en el precio de las acciones del objetivo y un aumento en el precio de las acciones del posible adquirente. Un inversor que tiene posiciones largas en las acciones del objetivo y cortas en las acciones del adquirente sufrirá pérdidas.