Ratio de liquidez global
¿Qué es el índice de liquidez general?
El índice de liquidez general es la medida de la capacidad de una empresa para pagar sus pasivos pendientes con sus activos disponibles. El índice de liquidez general se calcula dividiendo los activos totales por la diferencia entre sus pasivos totales y las reservas condicionales. Este índice se utiliza en la industria de seguros, así como en el análisis de instituciones financieras.
Conclusiones clave
- El índice de liquidez general se utiliza en la industria de seguros para determinar si una aseguradora es financieramente sana y lo suficientemente solvente para cubrir sus pasivos.
- También se puede utilizar en el contexto de instituciones financieras, como bancos.
- La fórmula para calcular el índice de liquidez general es: [Activos totales / (Pasivos totales – Reservas condicionales)].
- Un índice de liquidez general bajo podría indicar que la institución financiera o la compañía de seguros tiene problemas financieros.
- El índice de liquidez general se puede contrastar con el índice circulante y el índice rápido, que se centran más en las obligaciones corrientes que vencen en los próximos 12 meses.
Cómo se utiliza el índice de liquidez general
Los reguladores utilizan métricas financieras, como el índice de liquidez general, para determinar si una aseguradora, banco u otra empresa es financieramente saludable y lo suficientemente solvente para cubrir sus pasivos. Las compañías financieras y de seguros utilizan el efectivo que generan sus actividades para obtener una rentabilidad. Un banco, por ejemplo, puede utilizar los fondos recibidos de los depósitos de los clientes para proporcionar hipotecas y otros préstamos. El saldo de los depósitos de los clientes que sobran se puede mantener como efectivo o se puede invertir en activos líquidos.
Las compañías de seguros reciben dinero en forma de pago de primas por parte de los asegurados y, a su vez, son responsables de los beneficios de cobertura que garantizan mediante la suscripción de pólizas. Dependiendo de la duración de la póliza, la responsabilidad puede durar desde algunos meses hasta algunos años. Los pasivos que vencen en el período de doce meses siguientes se consideran pasivos corrientes.
Los reguladores determinan la cantidad de dinero que una institución financiera o aseguradora debe tener disponible para cubrir sus pasivos. Los reguladores examinan los índices de liquidez para determinar si la empresa está cumpliendo con sus requisitos legales. La fórmula para calcular el índice de liquidez general es: [Activos totales / (Pasivos totales – Reservas condicionales)]. En este cálculo, las reservas condicionales se refieren a los fondos de emergencia mantenidos por las compañías de seguros para ayudar a cubrir gastos imprevistos durante tiempos de tensión financiera.
Comprensión del índice de liquidez general
Un índice de liquidez general bajo podría indicar que la institución financiera o la compañía de seguros tiene problemas financieros, ya sea por una mala gestión operativa, una mala gestión del riesgo o una mala gestión de las inversiones. Para cumplir con los requisitos legales y garantizar fondos suficientes para cubrir sus pasivos, la mayoría de los prestamistas y aseguradores intentan mejorar su índice de liquidez general.
Sin embargo, un índice de liquidez general alto tampoco es necesariamente bueno, especialmente si los activos circulantes representan un alto porcentaje de los activos totales de la empresa. Una gran proporción de los activos corrientes significa que la empresa puede no estar invirtiendo lo suficiente para obtener un alto rendimiento de los activos, sino que, en cambio, puede centrarse únicamente en la liquidez.
Relación de liquidez general frente a relación rápida frente a relación actual
Otras métricas de liquidez incluyen la razón rápida y la razón corriente. El índice rápido compara los activos de una empresa que están fácilmente disponibles para su uso, incluido el efectivo, las inversiones a corto plazo, los bonos del gobierno y las inversiones no afiliadas, con sus obligaciones actuales (pasivos a corto plazo que vencen dentro del próximo período de 12 meses). La razón corriente compara los activos corrientes totales de una empresa con sus obligaciones corrientes. La razón rápida es más conservadora que la razón corriente porque no tiene en cuenta los activos corrientes como el inventario, que son más difíciles de convertir rápidamente en efectivo utilizable.