30 abril 2021 23:22

Neuroeconomia

¿Qué es la neuroeconomía?

La neuroeconomía intenta vincular la economía, la psicología y la neurociencia para obtener una mejor comprensión de la toma de decisiones económicas. Los fundamentos de la teoría económica asumían que nunca descubriríamos las complejidades de la mente humana. Sin embargo, con los avances tecnológicos, la neurociencia ha producido métodos para el análisis de la actividad cerebral.

Entendiendo la neuroeconomía

Fundamental para el estudio de la neuroeconomía es la necesidad de llenar ciertos vacíos en las teorías económicas convencionales. La toma de decisiones económicas, basada en la teoría de la elección racional, sugiere que los inversionistas evaluarán objetivamente el riesgo y reaccionarán de la manera más racional, pero trata el funcionamiento interno de la mente del tomador de decisiones como una caja negra que está más allá del alcance de la investigación económica. La economía del comportamiento rompió esta barrera al aplicar conocimientos de la psicología a casos en los que la gente no parece seguir la teoría de la elección racional económica u optimizar la utilidad. La neuroeconomía intenta dar el siguiente paso mediante el estudio de las relaciones entre las decisiones económicas y los fenómenos observables en el cerebro humano o animal. La comprensión de los mecanismos que impulsan a las personas puede ayudar a predecir mejor el futuro de la economía.

Conclusiones clave

  • La neuroeconomía es la aplicación de herramientas y métodos de neurociencia a la investigación económica.
  • La neuroeconomía analiza la actividad cerebral mediante imágenes avanzadas y pruebas bioquímicas antes, durante y después de las decisiones económicas.
  • La neuroeconomía muestra vínculos entre la actividad económica y la actividad fisiológica en ciertas partes del cerebro o niveles de sustancias químicas cerebrales.

Por ejemplo, la historia ha demostrado la perpetuación de las burbujas de activos y, posteriormente, las crisis financieras. La neuroeconomía proporciona una idea de por qué los humanos podrían no actuar para optimizar la utilidad y evitar dificultades financieras. Normalmente, las emociones influyen profundamente en la toma de decisiones de las personas. El cerebro a menudo reacciona más a las pérdidas que a las ganancias, lo que puede estimular un comportamiento irracional. Si bien las respuestas emocionales no siempre son subóptimas, rara vez son consistentes con el concepto de racionalidad. A medida que la neuroeconomía se desarrolla más, el campo de estudio muestra el potencial para mejorar la comprensión de los mecanismos que influyen en la toma de decisiones.

La neuroeconomía también está estrechamente relacionada con el campo de la economía experimental. La investigación en neuroeconomía consiste principalmente en estudios observacionales en los que a los sujetos humanos o animales se les ofrece uno o más conjuntos de opciones, mientras que los investigadores observan, miden y registran diversas variables fisiológicas o bioquímicas antes, durante y / o después de que se tomen las decisiones o se controlen directamente experimentos en los que los investigadores alteran química o electromagnéticamente la función cerebral de algunos sujetos y luego comparan las elecciones realizadas por los sujetos de tratamiento y de control. Los investigadores de neuroeconomía utilizan herramientas como la resonancia magnética (MRI) y la tomografía por emisión de positrones (PET) para observar el flujo sanguíneo y la actividad en diferentes regiones del cerebro, y análisis de sangre o saliva para medir los niveles de neurotransmisores y hormonas.

Áreas de estudio para neuroeconomía

La neuroeconomía se puede dividir en tres áreas centrales de estudio: elección intertemporal, toma de decisiones sociales y toma de decisiones bajo riesgo e incertidumbre.

La elección intertemporal es el proceso mediante el cual las personas deciden qué y cuánto hacer en distintos momentos. Las personas valoran los bienes económicos de manera diferente en diferentes momentos, y las decisiones que se toman en un momento influyen en las opciones disponibles en otros. Los estudios neuroeconómicos en esta área buscan comprender cómo la actividad y la química del cerebro pueden influir en la preferencia temporal y la impulsividad.

Los estudios de toma de decisiones sociales relacionan los resultados de elecciones basadas en la teoría de juegos que involucran a múltiples sujetos que interactúan con observaciones de la actividad cerebral y neuronal. La teoría de juegos aplica modelos matemáticos de conflicto y cooperación entre tomadores de decisiones racionales e inteligentes. Los estudios neuroeconómicos sobre la elección social se han centrado en cómo los aspectos de la confianza, la justicia y la reciprocidad en las decisiones sociales se relacionan con la función cerebral.

Los estudios de toma de decisiones bajo riesgo e incertidumbre describen el proceso de elegir entre alternativas donde los resultados son fijos, pero varían según las distribuciones de probabilidad que pueden o no ser conocidas por los tomadores de decisiones. Estos estudios analizan cómo la preferencia por el riesgo, la aversión al riesgo y la pérdida, y la información incompleta sobre las decisiones se reflejan en el cerebro y el sistema nervioso.