Activos de nivel 3
¿Qué son los activos de nivel 3?
Los activos de nivel 3 son activos y pasivos financieros considerados los más ilíquidos y los más difíciles de valorar. No se comercializan con frecuencia, por lo que es difícil darles un precio de mercado fiable y preciso.
El valor razonable de estos activos no se puede determinar mediante el uso de datos o medidas fácilmente observables, como precios o modelos de mercado. En cambio, se calculan utilizando estimaciones o rangos de valores ajustados al riesgo; métodos abiertos a la interpretación.
Conclusiones clave
- Las empresas deben registrar ciertos activos a su valor actual, en lugar de a su costo histórico, y clasificarlos como activos de nivel 1, 2 o 3, según la facilidad con la que puedan valorarse.
- Los activos de nivel 3 son activos y pasivos financieros que se consideran los más ilíquidos y los más difíciles de valorar.
- Sus valores solo pueden estimarse mediante una combinación de precios de mercado complejos, modelos matemáticos y supuestos subjetivos.
- Ejemplos de activos de Nivel 3 incluyen valores respaldados por hipotecas (MBS), acciones de capital privado, derivados complejos, acciones extranjeras y deuda en dificultades.
- El proceso de estimación del valor de los activos de Nivel 3 se conoce como marca a modelo.
Comprensión de los activos de nivel 3
Las empresas que cotizan en bolsa están obligadas a establecer valores razonables para los activos que llevan en sus libros. De acuerdo con los principios de contabilidad generalmente aceptados (GAAP), ciertos activos deben registrarse a su valor actual, no a su costo histórico. Los inversores se basan en estas estimaciones de valor razonable para analizar la situación actual y las perspectivas futuras de la empresa.
En 2006, el Consejo de Normas de Contabilidad Financiera de los Estados Unidos (FASB) verificó cómo las empresas debían marcar sus activos en el mercado a través del estándar de contabilidad conocido como FASB 157 (No. 157, Mediciones del valor razonable). Ahora llamado Tema 820, FASB 157 introdujo un sistema de clasificación que tiene como objetivo aportar claridad a los activos del balance general de las corporaciones.
Tipos de activos
Las categorías de FASB 157 para la valoración de activos recibieron los códigos de Nivel 1, Nivel 2 y Nivel 3. Cada nivel se distingue por la facilidad con la que los activos pueden valorarse con precisión, siendo los activos de Nivel 1 los más fáciles.
Nivel 1
Los activos de nivel 1 son aquellos valorados de acuerdo con precios de mercado fácilmente observables. Estos activos pueden cotizarse al mercado e incluyen letras del Tesoro, valores negociables, divisas extranjeras y lingotes de oro.
Nivel 2
Estos activos y pasivos no tienen precios de mercado regulares, pero se les puede dar un valor razonable basado en precios cotizados en mercados inactivos, o modelos que tienen entradas observables, como tasas de interés, tasas de incumplimiento y curvas de rendimiento. Un swap de tasa de interés es un ejemplo de un activo de Nivel 2.
Nivel 3
El nivel 3 es el menos marcado para el mercado de las categorías, con valores de activos basados en modelos e insumos no observables. Los supuestos de los participantes del mercado se utilizan al fijar el precio del activo o pasivo, dado que no hay información de mercado disponible sobre ellos. Los activos de nivel 3 no se negocian activamente y sus valores solo pueden estimarse mediante una combinación de precios de mercado complejos, modelos matemáticos y supuestos subjetivos.
Ejemplos de activos de Nivel 3 incluyen valores respaldados por hipotecas (MBS), acciones de capital privado, derivados complejos, acciones extranjeras y deuda en dificultades. El proceso de estimación del valor de los activos de Nivel 3 se conoce como marca a modelo.
Estos activos fueron objeto de un intenso escrutinio durante la crisis crediticia de 2007, cuando los valores respaldados por hipotecas (MBS) sufrieron impagos masivos y reducciones de valor. Las empresas que los poseían a menudo no estaban ajustando a la baja los valores de los activos a pesar de que los mercados de crédito para valores respaldados por activos (ABS) se habían agotado y todos los signos apuntaban a una disminución en el valor razonable.
Registro de activos de nivel 3
Los errores de juicio pasados de los valores de los activos de Nivel 3 dieron lugar a medidas regulatorias más estrictas. El tema 820, introducido en 2009, ordenó a las empresas no solo declarar el valor de sus activos de Nivel 3, sino también describir cómo el uso de múltiples técnicas de valoración podría haber afectado esos valores.
Luego, en 2011, el FASB se volvió más estricto, exigiendo una conciliación de los saldos inicial y final para los activos de Nivel 3, prestando especial atención a los cambios en el valor de los activos existentes, así como a los detalles sobre las transferencias de nuevos activos dentro o fuera de Nivel. 3 estado.
También se brindó más claridad sobre las divulgaciones que deben realizar las empresas al tratar con activos de Nivel 3, incluidos los requisitos de “ información cuantitativa sobre los datos no observables” utilizados para el análisis de valoración, como parte de un desglose más amplio de los procesos de valoración. Otra adición fue el análisis de sensibilidad para ayudar a los inversores a manejar mejor el riesgo de que el trabajo de valoración de los activos de Nivel 3 termine siendo incorrecto.
En agosto de 2018, FASB emitió una actualización del tema 820, titulado Actualización de estándares de contabilidad 2018-13. En esta guía, vigente para los estados financieros con años fiscales que comienzan a partir del 15 de diciembre de 2019, se modificaron algunas de sus reglas anteriores.
Se ha pedido a las empresas que revelen el rango y el promedio ponderado de los “insumos importantes no observables” y la forma en que se calculan. El FASB también ordenó que las descripciones narrativas se centren en la incertidumbre de la medición de la cuenta en la fecha de presentación, no en la sensibilidad a cambios futuros.
Este nuevo enfoque está diseñado para impulsar aún más la transparencia y la comparabilidad, aunque las empresas aún tienen una libertad considerable a la hora de decidir qué información es relevante y divulgable.
Consideraciones Especiales
Debido a que los activos de Nivel 3 son notoriamente difíciles de valorar, los inversores no siempre deben tomar al valor nominal el valor declarado que se les da a efectos contables. Las valoraciones están sujetas a interpretación, por lo que es necesario tener en cuenta un margen de seguridad para tener en cuenta cualquier error al utilizar las entradas de Nivel 3 para valorar un activo.
A menudo, los activos de Nivel 3 constituyen solo una pequeña parte del balance general de una empresa. Sin embargo, en algunas industrias, como las grandes tiendas de inversión y los bancos comerciales, están más extendidas.