19 abril 2021 20:11

Política monetaria e inflación

Tabla de contenido

Expandir

  • Fijación de metas de inflación
  • Cambiar la oferta monetaria
  • Demanda creciente y decreciente

En un sentido puramente económico, la inflación se refiere a un aumento general de los niveles de precios debido a un aumento en la cantidad de dinero; el crecimiento del stock de dinero aumenta más rápidamente que el nivel de productividad en la economía. La naturaleza exacta de los aumentos de precios es objeto de mucho debate económico, pero la palabra inflación  se refiere estrictamente a un fenómeno monetario en este contexto.

Usando estos parámetros específicos, el término deflación se usa para describir que la productividad aumenta más rápido que el stock de dinero. Esto conduce a una disminución generalizada de los precios y del costo de vida, que paradójicamente muchos economistas interpretan como perjudicial. Los argumentos en contra de la deflación se remontan a la paradoja del ahorro de John Maynard Keynes. Debido a esta creencia, la mayoría de los bancos centrales siguen una política monetaria ligeramente inflacionaria para protegerse contra la deflación.

Conclusiones clave

  • En la actualidad, los bancos centrales utilizan principalmente metas de inflación para mantener estable el crecimiento económico y los precios.
  • Con una meta de inflación del 2-3%, cuando los precios en una economía se desvían, el banco central puede promulgar una política monetaria para intentar restablecer esa meta.
  • Si la inflación se calienta, subir las tasas de interés o restringir la oferta monetaria son políticas monetarias contractivas diseñadas para reducir la inflación.

Fijación de metas de inflación

La mayoría de los bancos centrales modernos apuntan a la tasa de inflación de un país como su métrica principal para la política monetaria, generalmente a una tasa de inflación anual del 2-3%. Si los precios suben más rápido que eso, los bancos centrales endurecen la política monetaria aumentando las tasas de interés u otras políticas agresivas. Las tasas de interés más altas encarecen los préstamos, lo que reduce tanto el consumo como la inversión, los cuales dependen en gran medida del crédito. Del mismo modo, si la inflación cae y la producción económica disminuye, el banco central reducirá las tasas de interés y abaratará los préstamos, junto con varias otras posibles herramientas de política expansiva.

Como estrategia, las metas de inflación consideran que el objetivo principal del banco central es mantener la estabilidad de precios. Todas las herramientas de política monetaria que tiene un banco central, incluidas las operaciones de mercado abierto y los préstamos con descuento, pueden emplearse en una estrategia general de metas de inflación. Las metas de inflación pueden contrastarse con las estrategias de los bancos centrales dirigidas a otras medidas de desempeño económico como sus objetivos principales, como la focalización de los  tipos de cambio de divisas, la   tasa de desempleo o la tasa de crecimiento del  Producto Interno Bruto (PIB) nominal  .

Cómo influyen los bancos centrales en la oferta monetaria

Los gobiernos y los bancos centrales contemporáneos rara vez imprimen y distribuyen dinero físico para hiperinflación y la recesión masiva.

La Reserva Federal de Estados Unidos pasó de controlar los agregados monetarios reales, o el número de billetes en circulación, a implementar cambios en las tasas de interés clave, lo que a veces se ha llamado el «precio del dinero». Los ajustes de las tasas de interés afectan los niveles de endeudamiento, ahorro y gasto en una economía.

Cuando las tasas de interés suben, por ejemplo, los ahorradores pueden ganar más en sus cuentas de depósito a la vista y es más probable que retrasen el consumo presente para el consumo futuro. Por el contrario, es más caro pedir dinero prestado, lo que desalienta el préstamo. Dado que los préstamos en un sistema bancario moderno de reserva fraccionaria en realidad crean dinero «nuevo», desalentar los préstamos ralentiza la tasa de crecimiento monetario y la inflación. Lo contrario es cierto si se reducen las tasas de interés; ahorrar es menos atractivo, pedir prestado es más barato y es probable que aumente el gasto, etc.

Demanda creciente y decreciente

En resumen, los bancos centrales manipulan las tasas de interés para aumentar o disminuir la demanda actual de bienes y servicios, los niveles de productividad económica, el impacto del multiplicador del dinero bancario  y la inflación. Sin embargo, muchos de los impactos de la política monetaria se retrasan y son difíciles de evaluar. Además, los participantes económicos son cada vez más sensibles a las señales de política monetaria y sus expectativas sobre el futuro.

Hay algunas formas en las que la Reserva Federal controla la cantidad de dinero; participa en lo que se denomina «operaciones de mercado abierto», mediante las cuales los bancos federales compran y venden bonos del gobierno. La compra de bonos inyecta nuevos dólares a la economía, mientras que la venta de bonos saca dólares de circulación. Las llamadas  medidas de flexibilización cuantitativa (QE) son extensiones de estas operaciones. Además, la Reserva Federal puede cambiar los requisitos de reserva en otros bancos, limitando o expandiendo el impacto de los multiplicadores de dinero. Los economistas continúan debatiendo la utilidad de la política monetaria, pero sigue siendo la herramienta más directa de los bancos centrales para combatir o generar inflación.