19 abril 2021 19:16

Ingeniería genética

¿Qué es la ingeniería genética?

La ingeniería genética es la modificación artificial de la composición genética de un organismo. La ingeniería genética generalmente implica la transferencia de genes de un organismo a otro organismo de una especie diferente para dar a este último rasgos específicos del primero. El organismo resultante se denomina organismo transgénico o modificado genéticamente, o OMG. Los ejemplos de tales organismos incluyen plantas que son resistentes a ciertos insectos y plantas que pueden resistir herbicidas.

Conclusiones clave

  • La ingeniería genética se refiere a la manipulación del genoma de un organismo para lograr algún resultado.
  • Los alimentos genéticamente modificados (GMF), CRISPR y la bioingeniería son ejemplos de ingeniería genética que se utilizan en la actualidad.
  • Los inversores que deseen beneficiarse de los avances en ingeniería genética pueden recurrir a determinadas empresas de genómica del sector biotecnológico.

Comprensión de la ingeniería genética

La manipulación de los genomas de los organismos se remonta a la agricultura temprana con técnicas de reproducción selectiva. Este proceso, sin embargo, fue en gran parte de prueba y error y tomó mucho tiempo para lograr resultados. Las técnicas actuales utilizan la manipulación a escala molecular directamente en el ADN o ARN de un organismo para lograr un resultado particular. Gran parte de este trabajo lo llevan a cabo instituciones de investigación académica, laboratorios patrocinados por el gobierno oempresas de biotecnología. Estas empresas están utilizando ingeniería genética, como CRISPR Cas9, para crear nuevos medicamentos, vacunas y terapias para tratar enfermedades o curar cánceres adaptados a la composición genética de un paciente individual.

La ingeniería genética se ha utilizado de manera destacada en animales de granja, con objetivos de investigación como garantizar que los pollos no puedan transmitir la gripe aviar a otras aves o que el ganado no pueda desarrollar los priones infecciosos que causan la enfermedad de las «vacas locas».

El cultivo comercial de cultivos transgénicos como la soja, el maíz, la canola y el algodón comenzó a principios de la década de 1990 y ha crecido de manera sustancial desde entonces. Los cultivos transgénicos o genéticamente modificados se plantaron comercialmente en más de 191 millones de hectáreas en 26 países desarrollados y en desarrollo a partir de 2018, en comparación con menos de 2 millones de hectáreas en 1996.

Preocupaciones y controversias de ingeniería genética: OGM

Los temas de la ingeniería genética y los OGM se han vuelto muy debatidos y, en algunos casos, son fuente de considerable controversia. Esta área ha generado un animado debate entre partidarios y oponentes.

Los partidarios afirman que la ingeniería genética puede impulsar la productividad agrícola al aumentar el rendimiento de los cultivos y reducir las aplicaciones de pesticidas y fertilizantes. Las tácticas de los OGM pueden permitir el desarrollo de cultivos resistentes a las enfermedades y que tengan una vida útil más larga. Una mayor productividad aumentará los ingresos y ayudará a aliviar la pobreza en muchas naciones en desarrollo. Estos partidarios también apuntan a la ingeniería genética como una forma de ayudar a resolver la hambruna en áreas donde las cosechas son escasas o pueden ser difíciles de cultivar por medios tradicionales. Los detractores enumeran una variedad de preocupaciones en torno a los OGM, incluidas las reacciones alérgicas, la mutación genética, la resistencia a los antibióticos y el posible daño ambiental. Aquellos que desconfían de la ingeniería genética también están preocupados por el aspecto impredecible de aventurarse en un territorio científico previamente inexplorado.

Un gran número de cultivos ya han sido sometidos a ingeniería o modificación genética, como la canola, el algodón, el maíz, los melones, las papayas, las patatas, el arroz, la remolacha azucarera, los pimientos dulces, los tomates y el trigo. Algunas personas se oponen por completo a la ingeniería genética, creyendo que la ciencia no debería interferir con el proceso natural de cómo se crean y se desarrollan los organismos.

La incertidumbre sobre los posibles efectos perjudiciales a largo plazo de estos cultivos transgénicos ha dado lugar a una aversión generalizada a los llamados «alimentos Franken». Sin embargo, un estudio realizado por las Academias Nacionales de Ciencias, Ingeniería y Medicina en 2016 no encontró un mayor nivel de riesgos asociados con los cultivos transgénicos en comparación con los cultivos convencionales.