Especialista certificado en prevención de blanqueo de capitales (CAMS)
¿Qué es un especialista certificado en lucha contra el blanqueo de capitales?
Un especialista certificado en lucha contra el lavado de dinero (CAMS) es un profesional que tiene la habilidad de rastrear el efectivo que se origina en fraude u otros delitos, pero que ha sido sometido a complejas maniobras financieras para ocultar sus orígenes. En el día a día, el trabajo de un profesional de CAMS se centra en evitar que tales actividades se deslicen por el sistema bancario global.
Conclusiones clave
- El profesional de CAMS está capacitado para detectar intentos de utilizar instituciones financieras estadounidenses con fines de blanqueo de dinero.
- Los bancos, las casas de bolsa, las grandes corporaciones y el gobierno federal emplean a profesionales de CAMS.
- Su trabajo se estructura a menudo en cumplimiento de la Ley de secreto bancario, una ley de 1970 que exige que las instituciones financieras cooperen en la lucha contra el blanqueo de capitales.
Los delincuentes modernos esconden su efectivo en los bancos, como todos los demás, pero llega allí a través de una serie de transacciones financieras deliberadamente complejas para ocultar sus orígenes. Mediante una mayor manipulación, el dinero se pone a disposición del delincuente de una fuente que parece ser legítima.
Comprensión del especialista en CAMS
Un especialista en lucha contra el lavado de dinero está capacitado para detectar, investigar y desentrañar delitos financieros.
La Asociación de Especialistas Certificados en Antilavado de Dinero (ACAMS) ofrece cursos y certificación en esta especialidad. Los candidatos para la prueba deben cumplir con ciertos requisitos de elegibilidad con respecto a los antecedentes educativos y la experiencia laboral.
Un especialista en lucha contra el lavado de dinero puede tener un puesto de trabajo diferente, como oficial de cumplimiento bancario, consultor financiero o analista de la Ley de secreto bancario. Son empleados de instituciones financieras o casas de bolsa, grandes corporaciones y el gobierno federal.
Breve historia del blanqueo de capitales
En los Estados Unidos, el lavado de dinero se convirtió en un problema durante la era de la Prohibición de la década de 1930, cuando los sindicatos del crimen se hicieron ricos y poderosos vendiendo alcohol importado ilegalmente. El blanqueo de dinero era una solución a un problema simple: ¿Cómo un delincuente que no tiene medios evidentes de sustento explica un gran fajo de dinero en efectivo y un estilo de vida lujoso?
Los narcotraficantes y los terroristas se encuentran entre los principales objetivos de las investigaciones sobre blanqueo de dinero.
La respuesta, a menudo, era abrir una tienda para una empresa que podría o no hacer negocios. Se podría crear cualquier cantidad de facturas falsas para contabilizar los fajos de dinero que realmente provienen del funcionamiento del ron.
En los tiempos modernos, el sistema bancario global permite y a menudo requiere maniobras mucho más sofisticadas, pero el resultado final es el mismo. Un criminal tiene una explicación plausible de dónde vino todo el dinero o, en el peor de los casos, ha creado tal confusión que nadie sabe qué preguntas hacer.
Los requisitos reglamentarios
La respuesta de las instituciones financieras y corporaciones al problema del lavado de dinero a menudo se estructura en cumplimiento de la Ley de Secreto Bancario de 1970. Esta ley, también conocida como Ley de Información de Transacciones Monetarias y Extranjeras, requiere que las instituciones financieras cooperen con los esfuerzos del gobierno para combatir el blanqueo de capitales.
La Ley de Secreto Bancario recibió una especie de actualización en 2001 con la Ley Patriota, que agrega regulaciones destinadas a frustrar el lavado de dinero por parte de grupos terroristas. La ley asegura que haya un rastro en papel o, más probablemente, un rastro electrónico para cada transacción bancaria importante.
La Ley Patriota fue una respuesta al hecho de que los criminales también han cambiado. Hoy en día, no solo los traficantes de drogas, sino también los terroristas tienen grandes sumas de dinero que necesitan ser blanqueadas.