Hervir el océano
¿Qué es hervir el océano?
«Hervir el océano» es una frase idiomática que significa emprender una tarea o proyecto imposible o hacer un trabajo o proyecto innecesariamente difícil. La frase aparece tanto en los negocios como en otros entornos grupales y se considera una frase negativa en relación con la forma en que uno aborda una tarea.
Conclusiones clave
- «Hervir el océano» es una frase que significa emprender una tarea imposible o hacer una tarea innecesariamente difícil.
- La frase se usa tanto en los negocios como en otros entornos grupales y es un comentario negativo sobre cómo se llevan a cabo negocios o proyectos.
- La frase deriva del aspecto literal de hervir el océano, lo cual es una tarea imposible dado el tamaño de las aguas del mundo.
- Para evitar que el océano hierva, las tareas y los proyectos deben tener pautas claras dentro de los recursos proporcionados, discusiones frecuentes sobre el progreso, así como detener rápidamente cualquier expansión innecesaria.
Entendiendo Hervir el océano
En el sentido literal, hervir el océano es imposible porque hay demasiada agua para que sea factible hervirlo. Hervir el océano real sería una tarea imposible. Cuando se aplica a grupos o proyectos, la frase puede significar simplemente hacer algo tan complicado que el objetivo se vuelva imposible.
La frase «hervir el océano» tiene la connotación adicional de ir por la borda o ahondar en detalles tan minuciosos que un proyecto se vuelve imposible. A veces también se escucha como un comentario irrisorio en un informe escrito o verbal que está lleno de detalles innecesarios, jerga de información privilegiada o lenguaje pomposo.
Como ocurre con muchas frases de este tipo, sus orígenes son algo misteriosos. Varias fuentes señalan a Will Rodgers, Mark Twain y Lewis Caroll como los autores de la frase; sin embargo, no se ha identificado ninguna atribución directa.
Cómo no hervir el océano
Para los directores de proyectos y los líderes empresariales, es especialmente importante evitar que el océano hierva. La gerencia puede lograr esto enfocándose en las partes más críticas de un proyecto. Pueden asegurarse de tener el equipo adecuado y los recursos adecuados antes de comenzar un proyecto. Pueden dividir proyectos grandes en unidades más pequeñas, logrando pasos en lugar de fracasar por límites.
Es fundamental centrarse en los puntos centrales de un proyecto y no dejar que se escape. La creación de límites dentro de los recursos dados puede ayudar a lograr esto y es imperativo detener cualquier esfuerzo para expandir el alcance del proyecto.
Tener agendas claras, un cronograma y discusiones frecuentes sobre el progreso de un proyecto puede ayudar a garantizar que no sea imposible lograr los objetivos establecidos.
Crítica de Hervir el océano
Algunos expertos en negocios creen que el término «hervir el océano» debe retirarse o usarse solo específicamente, ya que no brinda un consejo sabio de manera adecuada. Estos críticos creen que la frase funciona para problemas complicados, por lo que dividir las tareas y asignarlas a las más adecuadas es un movimiento inteligente que ahorra tiempo y recursos.
Sin embargo, estos críticos también creen que el océano debe hervirse al abordar tareas complejas. Esto es así porque las tareas más complejas dentro de una organización tienen un vínculo con todas las partes de la organización y trabajar a mayor escala asegura que cualquier cambio o nueva implementación impacte a todas las partes de la organización por igual y de manera positiva. Trabajar de forma aislada puede ser infructuoso.
Además, los problemas complejos pueden ser tan amplios que puede resultar difícil saber por dónde empezar y qué les espera en el futuro a medida que avanza un proyecto. Por lo tanto, evitar un área para enfocarse en otra podría no ser la mejor estrategia. En este caso, ser todo incluido y ampliar la amplitud del proyecto puede ser la forma más rápida y exitosa de lograr el objetivo previsto.
Ejemplos de hervir el océano
Digamos que un gerente dirigió a un equipo a preparar una presentación para un cliente comercial estadounidense con sede en Houston. En lugar de solicitar una presentación sencilla, el gerente puede insistir en que los empleados preparen versiones en español, francés, japonés, chino e italiano, así como en inglés, en caso de que alguien en la presentación prefiera escucharla en uno de esos idiomas. El gerente ha tomado un proyecto simple y lo ha convertido en algo casi imposible. De hecho, el océano está hirviendo.
Otro ejemplo podría ser una empresa de nueva creación de seis meses que se ha fijado el objetivo de obtener financiación de capital de riesgo y salir a bolsa a finales de año. Tal objetivo podría parecer loablemente ambicioso para el fundador de la empresa. Los empleados que tienen la tarea de hacerlo saben que está hirviendo el océano.