Conductista
¿Qué es un conductista?
Un conductista es un partidario de las teorías de la economía y las finanzas del comportamiento, que sostienen que los inversores y otros participantes del mercado no se comportan de manera racional ni en su propio interés. Las decisiones de inversión, como toda actividad humana, están sujetas a una complicada combinación de emoción, entorno y prejuicios. El incumplimiento de la razón pura conduce a ineficiencias del mercado y oportunidades de ganancias para los inversores informados. La economía del comportamiento se opone al modelo tradicional de elección racional y a la hipótesis de los mercados eficientes, los cuales asumen un comportamiento del inversor perfectamente racional basado en la información disponible.
Conclusiones clave
- Los conductistas favorecen las teorías de la economía del comportamiento y las finanzas del comportamiento, que destacan los comportamientos económicos que parecen violar la teoría tradicional de la elección racional.
- Los conductistas creen que las influencias emocionales, psicológicas y ambientales son tan fuertes o más fuertes que la consideración puramente racional de los costos y beneficios en la toma de decisiones económicas.
- Los conductistas señalan una amplia gama de sesgos cognitivos que los investigadores han descrito para explicar diversas imperfecciones del mercado y desviaciones de las predicciones de los modelos económicos basados en la teoría de la elección racional.
Entendiendo a los conductistas
La teoría conductista de la inversión incorpora elementos de la psicología para explicar las imperfecciones del mercado que la hipótesis del mercado eficiente (EMH) no aborda. El conductista ve ineficiencias, como picos en la volatilidad, movimientos erráticos de precios y comerciantes superestrellas que constantemente superan al mercado, como evidencia de que la presunción de la EMH de mercados perfectamente racionales no explica el comportamiento de los inversores en el mundo real.
El conductismo comienza con la noción de que los inversores son humanos y, por lo tanto, no son ni perfectos ni idénticos. Cada uno de nosotros es único en nuestras habilidades cognitivas y antecedentes. Las inconsistencias de comportamiento de un individuo a otro pueden explicarse parcialmente por la fisiología del cerebro humano. La investigación ha demostrado que el cerebro está formado por secciones con prioridades distintas y, a menudo, contrapuestas. Cualquier proceso humano de toma de decisiones, como la selección de una inversión óptima, implica la resolución de estas prioridades en competencia. Con este fin, el cerebro se involucra en tics psicológicos que los conductistas han identificado como sesgos.
Los críticos de la economía del comportamiento y las finanzas del comportamiento señalan que, en su mayor parte, la teoría de la elección racional y los modelos derivados de ella, como las leyes de la oferta y la demanda y la gran mayoría de los modelos económicos, de hecho hacen un muy buen trabajo de explicar y predecir el comportamiento observado de los inversores y otros participantes en la economía. La mayor parte del comportamiento económico parece ser racional. Otros argumentan que los sesgos cognitivos que los conductistas destacan para explicar el comportamiento supuestamente irracional, aunque pueden violar estrictamente los supuestos de la teoría de la elección racional, son en realidad racionales en un sentido más amplio. Por ejemplo, el exceso de confianza irracional puede llevar a algunos individuos a tomar decisiones económicas irracionales por sí mismos, pero desde una perspectiva evolutiva, la presencia de algunos individuos con exceso de confianza irracional puede conferir alguna ventaja real a la población en general en la organización del comportamiento, quizás sirviendo como empresarios u otros líderes..
Sesgos como fundamento del conductismo
Los conductistas suelen citar los sesgos para explicar los errores recurrentes en el juicio humano. Las imperfecciones comunes en nuestro proceso de toma de decisiones incluyen:
- Sesgo retrospectivo, la creencia de que los eventos pasados eran predecibles y esto debería informar la toma de decisiones futuras.
- Falacia del jugador, que se refiere a la probabilidad de que el resultado de un lanzamiento de moneda dependa de alguna manera de lanzamientos anteriores. De hecho, cada lanzamiento de moneda es un evento distinto y no relacionado con un 50% de probabilidad de que salga cara o cruz.
- Sesgo de confirmación, o la tendencia a creer que los resultados futuros o presentes apoyan la teoría o explicación existente.
- El exceso de confianza, la creencia universal de que somos más inteligentes de lo que realmente somos.
Esta es una pequeña muestra de una larga lista de sesgos de comportamiento que pueden ayudar a explicar las ineficiencias en nuestros mercados. En respuesta a estas imperfecciones, la teoría de la cartera conductista recomienda capas de inversiones adaptadas a objetivos distintos y bien definidos en contraposición al enfoque EMH, que respalda los fondos indexados administrados pasivamente.