Cláusula de recarga
¿Qué es una cláusula de complemento?
Una cláusula de complemento es una disposición contractual que se encuentra comúnmente en préstamos que involucran más de una moneda. Su objetivo es proteger a los prestamistas y prestatarios del riesgo de devaluaciones de la moneda extranjera.
Específicamente, las cláusulas de complementos requieren que el prestatario realice pagos adicionales al prestamista para cubrir cualquier devaluación de la moneda que se toma prestada. A cambio, el prestamista acepta compensar al prestatario si la moneda prestada se aprecia durante la vigencia del préstamo.
Conclusiones clave
- Una cláusula de complemento es una disposición legal diseñada para proteger a las partes de un préstamo del riesgo de devaluación de la moneda.
- Por lo general, se utiliza como una medida de gestión de riesgos más que como un medio para especular sobre los valores futuros de la moneda.
- Las cláusulas de recarga generalmente solo entrarán en vigencia una vez que se hayan alcanzado ciertos umbrales, como cuando los valores de la moneda se desvían en más de un porcentaje específico.
Comprensión de las cláusulas de recarga
Las cláusulas de recarga son un método utilizado para reducir el riesgo de tipo de cambio (forex). Como tales, son especialmente útiles cuando se espera que el valor de las monedas involucradas en el préstamo fluctúe entre sí durante el plazo del préstamo. En consecuencia, cuanto más volátiles sean dos monedas entre sí, más riesgo de divisas implica el préstamo.
Aunque las cláusulas de recarga no pueden reducir esa volatilidad subyacente, pueden ayudar a compensar a las partes de ese préstamo por el impacto de ese riesgo de divisas. Por ejemplo, si una de las monedas prestadas se devalúa en un 10%, el prestatario deberá realizar pagos adicionales equivalentes al 10% del valor del préstamo para compensar esa devaluación de la moneda. De manera similar, si el valor de la moneda prestada aumenta en un 10%, entonces el prestamista deberá reducir el saldo pendiente del préstamo en un 10%.
Sin embargo, las cláusulas de recarga tienen sus limitaciones. Para empezar, normalmente solo se activan una vez que la variación en los tipos de cambio supera un cierto nivel, como el 3% o más. Además, los pagos adicionales requeridos por la cláusula de complemento pueden dar lugar a obligaciones fiscales no deseadas para la parte receptora.
Gestión de riesgos frente a especulación
A diferencia de los instrumentos derivados, como los contratos a plazo de divisas, las cláusulas complementarias generalmente no se utilizan como una forma de especular sobre las fluctuaciones cambiarias. En cambio, se ven principalmente como una medida para reducir los riesgos de la divisa.
Ejemplo del mundo real de una cláusula de recarga
En algunos países, como el Reino Unido, las sentencias de los tribunales a veces pueden requerir que las partes entreguen fondos en monedas diferentes a las del tribunal. En esas situaciones, se utiliza una cláusula de complemento para exigir al deudor que pague cualquier monto adicional necesario para producir el monto en la moneda expresada.
En otros países, sin embargo, las leyes de quiebras requieren que las deudas externas se expresen en la moneda local. En esas circunstancias, las cláusulas de complementos pueden ignorarse, provocando que las deudas se devalúen efectivamente si la moneda local vale menos que la moneda extranjera. Este es uno de los muchos riesgos que los prestamistas deben tener en cuenta al otorgar préstamos a deudores en países extranjeros.