Análisis sectorial
¿Qué es el análisis sectorial?
El análisis sectorial es una evaluación de la situación económica y financiera y las perspectivas de un sector determinado de la economía. El análisis del sector sirve para proporcionar al inversor un juicio sobre qué tan bien se espera que se desempeñen las empresas del sector. El análisis sectorial lo suelen emplear los inversores que se especializan en un sector en particular, o que utilizan un enfoque de rotación de sector o de arriba hacia abajo para invertir.
En el enfoque de arriba hacia abajo, los sectores más prometedores se identifican primero y luego el inversor revisa las acciones dentro de ese sector para determinar cuáles se comprarán finalmente. Se puede emplear una estrategia de rotación sectorial invirtiendo en acciones particulares o empleando fondos cotizados en bolsa (ETF) basados en el sector.
Conclusiones clave
- Los inversores utilizan el análisis sectorial para evaluar las perspectivas económicas y financieras de un sector de la economía.
- Los inversores que utilizan el análisis sectorial creen que ciertos sectores de la economía se desempeñan mejor en diferentes etapas del ciclo económico y que la identificación de estos sectores puede ayudarlos a encontrar inversiones rentables.
- El enfoque de arriba hacia abajo es un tipo de análisis sectorial que primero se centra en los factores macroeconómicos que influyen en una economía, como el desempleo y la inflación.
- Los inversores que utilizan el enfoque de rotación sectorial cambian activamente sus inversiones de un sector a otro, según los ciclos del mercado y las tendencias que afectan la rentabilidad potencial de varios sectores.
Cómo funciona el análisis sectorial
El análisis sectorial se basa en la premisa de que ciertos sectores se desempeñan mejor durante las diferentes etapas del ciclo económico. El ciclo económico se refiere a los cambios ascendentes y descendentes en la actividad económica que ocurren en una economía a lo largo del tiempo. El ciclo económico consiste en expansiones, que son períodos de crecimiento económico, y contracciones, que son períodos de declive económico.
Al principio del ciclo económico durante la fase de expansión, por ejemplo, las tasas de interés son bajas y el crecimiento está comenzando a repuntar. Durante esta etapa, los inversores o analistas que realicen un análisis sectorial centrarán su investigación en empresas que se beneficien de tipos de interés bajos y un mayor endeudamiento. Estas empresas suelen tener un buen desempeño durante los períodos de crecimiento económico. Estos incluyen empresas de los sectores financiero y de consumo discrecional.
Al final de un ciclo económico, la economía se contrae y el crecimiento se ralentiza. Los inversores y analistas centrarán su atención en la investigación de sectores defensivos, como los servicios públicos y de telecomunicaciones. Estos sectores a menudo obtienen mejores resultados durante las recesiones económicas.
Tipos de análisis sectorial
Dos enfoques comunes para el análisis sectorial son los enfoques descendente y de rotación sectorial.
Enfoque de arriba hacia abajo
Los inversores que emplean un enfoque de arriba hacia abajo para el análisis del sector se centran primero en las condiciones macroeconómicas en su búsqueda de empresas que tengan el potencial de tener un rendimiento superior. Empiezan por analizar los factores macroeconómicos que tienen el mayor impacto en la mayor parte de la población y la economía, como las tasas de desempleo, los resultados económicos y la inflación.
Luego, profundizan para encontrar los sectores que se desempeñan mejor durante las condiciones económicas imperantes. Por último, analizan los fundamentos de las empresas de esos sectores para identificar las acciones que ofrecen el mejor potencial de beneficios futuros.
Enfoque de rotación sectorial
Los inversores y administradores de carteras utilizan un enfoque de rotación sectorial para rotar sus inversiones dentro y fuera de varios sectores de la economía. Compran y venden en función de los ciclos del mercado y las tendencias que influyen en la rentabilidad de unos sectores sobre otros.
Estos ciclos de mercado pueden ser estacionales, como invertir en el sector minorista antes de la fiebre navideña de fin de año para aprovechar las acciones que se benefician del aumento de las ventas al consumidor. El inversor puede entrar y salir de las acciones cíclicas y las acciones defensivas según el lugar del ciclo económico en el que se dirija la economía.
Taxonomía sectorial
En las estrategias de rotación de sectores, los inversores pueden definir los sectores de diversas formas. Pero una taxonomía de uso común es el Estándar de clasificación industrial global (GICS) desarrollado por Morgan Stanley Capital International (MSCI) y Standard & Poor’s.
GICS consta de 11 sectores, que se dividen en 24 grupos industriales, 68 industrias y 157 subindustrias. El sector de productos básicos de consumo, por ejemplo, consta de tres grupos industriales: 1) venta al por menor de alimentos y productos básicos, 2) alimentos, bebidas y tabaco, y 3) productos domésticos y personales.
Estos grupos industriales se dividen aún más en industrias. Alimentos, bebidas y tabaco, por ejemplo, se componen de esos tres, que luego se dividen en subindustrias. La industria de las bebidas, por ejemplo, se compone de tres subindustrias: cerveceros, destiladores y viticultores, y refrescos. Los rotadores de sector no se limitan necesariamente a los sectores. Pueden optar por enfatizar grupos industriales, industrias o subindustrias.