Tratado de Lisboa
¿Qué es el Tratado de Lisboa?
El Tratado de Lisboa, también conocido como Tratado de Lisboa, actualizó las regulaciones para la Unión Europea, estableciendo un liderazgo y una política exterior más centralizados, un proceso adecuado para los países que desean salir de la Unión y un proceso simplificado para la promulgación de nuevas políticas.
El tratado fue firmado el 13 de diciembre de 2007 en Lisboa, Portugal, y modificó los dos tratados anteriores que establecieron la base de la Unión Europea.
Conclusiones clave
- El Tratado de Lisboa actualizó las regulaciones de la Unión Europea (UE), estableciendo un liderazgo y una política exterior más centralizados, un proceso para los países que quieren salir de la UE y un proceso simplificado para la promulgación de nuevas políticas.
- El tratado se basó en los tratados existentes, pero adoptó nuevas reglas para mejorar la cohesión y agilizar la acción dentro de la UE.
- El Tratado de Lisboa también reemplazó al Tratado Constitucional previamente rechazado, que intentaba establecer una constitución de la Unión.
Entendiendo el Tratado de Lisboa
Antes del Tratado de Lisboa
El Tratado de Lisboa fue firmado por los 27 estados miembros de la Unión Europea y entró en vigor oficialmente en diciembre de 2009, dos años después de su firma. Enmendó dos tratados existentes, el Tratado de Roma y el Tratado de Maastricht.
- Tratado de Roma: Firmado en 1957, este tratado introdujo la Comunidad Económica Europea (CEE), redujo las regulaciones aduaneras entre los países miembros y facilitó un mercado único para las mercancías y el conjunto de políticas para su transporte. También conocido como Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea (TFUE).
- Tratado de Maastricht: firmado en 1992, este tratado estableció los tres pilares de la Unión Europea y allanó el camino para el euro, la moneda común. También conocido como Tratado de la Unión Europea (TUE).
Si bien estos tratados anteriores establecieron las reglas básicas y los principios de la Unión Europea, el Tratado de Lisboa fue más allá y estableció nuevos roles y procedimientos legales oficiales a nivel de la Unión.
Lo que cambió el Tratado de Lisboa
El Tratado de Lisboa se basó en los tratados existentes, pero adoptó nuevas reglas para mejorar la cohesión y agilizar la acción dentro de la Unión Europea. Los artículos importantes del Tratado de Lisboa incluyen:
- Artículo 18: Protocolo establecido para la elección de un Alto Representante de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad. Elegido en el cargo o fuera de él por mayoría de votos, este Representante supervisa los asuntos exteriores y de seguridad de la Unión.
- Artículo 21: Política diplomática global detallada para la Unión Europea, basada en los principios de derechos humanos universales, democracia y desarrollo. La Unión se comprometió a forjar alianzas con aquellos países que apoyan estas creencias y llegar a las naciones del tercer mundo para ayudarlas a desarrollarse.
- Artículo 50 : Procedimientos establecidos para que un país miembro abandone la Unión Europea.
El Tratado de Lisboa también reemplazó al Tratado Constitucional previamente rechazado, que intentaba establecer una constitución de la Unión. Los países miembros no pudieron ponerse de acuerdo sobre los procedimientos de votación establecidos en la constitución, ya que algunos países, como España y Polonia, perderían poder de voto.
El Tratado de Lisboa resolvió esta cuestión proponiendo votos ponderados y ampliando el alcance de la votación por mayoría cualificada.
Opiniones del Tratado de Lisboa
Quienes apoyaron el Tratado de Lisboa argumentaron que mejoraba la rendición de cuentas al proporcionar un mejor sistema de controles y equilibrios, y que otorgaba más poder al Parlamento Europeo, que tenía una gran influencia en el poder legislativo de la Unión.
Muchos críticos del Tratado de Lisboa argumentaron que atrajo la influencia hacia el centro, formando una distribución desigual del poder que ignoró las necesidades de los países más pequeños.