Desnacionalización
¿Qué es la desnacionalización?
La desnacionalización, que es una forma de privatización, se produce cuando un gobierno nacional vende un activo u operación, como una gran empresa estatal, a inversores privados.
Conclusiones clave
- La desnacionalización describe el proceso por el cual una propiedad, proyecto o negocio pasa de ser propiedad de un gobierno nacional a ser de propiedad privada.
- Esta forma de privatización está motivada por los esfuerzos para ahorrar dinero del gobierno y aumentar la eficiencia, donde se cree que las empresas privadas pueden mover bienes y capital de manera más rápida y eficiente.
- Las empresas de propiedad estatal que han sido desnacionalizadas incluyen bancos, servicios postales, empresas de servicios públicos, comunicaciones y transporte.
Cómo funciona la desnacionalización
La desnacionalización es el proceso de transferir un activo de propiedad pública, específicamente propiedad de un gobierno nacional, a propiedad y operación privadas. El término es en general sinónimo de privatización, aunque «privatización» también podría aplicarse a la propiedad de un gobierno local, estatal o provincial, en cuyo caso «desnacionalización» no sería una descripción estrictamente precisa.
En su mayor parte, la desnacionalización ocurre cuando un gobierno vende una participación mayoritaria de una empresa estatal —a menudo en las industrias de energía, banca, telecomunicaciones o transporte— a inversionistas privados.
Razones para la desnacionalización
El fundamento de una desnacionalización particular depende de la empresa y del país, pero se aplican algunos temas generales. Las empresas estatales a menudo no son competitivas. A veces, su gestión está muy influenciada por políticos, que pueden tener o no experiencia empresarial y es probable que se centren en objetivos políticos, más que empresariales.
Una empresa estatal podría contratar una gran cantidad de personal innecesario como forma de patrocinio político, por ejemplo. Si se trata de un banco, podría otorgar préstamos sin rentabilidad por la misma razón. Es posible que los gobiernos no estén dispuestos a permitir que una empresa estatal fracase, por lo que podría seguir trabajando bajo una creciente carga de deuda de forma indefinida. Dado que las empresas estatales a menudo son monopolios, pueden dañar a los consumidores incluso si están relativamente bien administradas.
Al mismo tiempo, los críticos de la desnacionalización argumentan que los intereses privados a menudo buscan ganancias a expensas del bienestar general de la sociedad, lo que puede ser perjudicial si la empresa proporciona un bien o servicio esencial como energía, transporte o servicio telefónico. Los detractores de la privatización creen que necesidades como la electricidad, el agua y las escuelas no deberían ser vulnerables a las fuerzas del mercado ni estar impulsadas por las ganancias. En ciertos estados y municipios, las licorerías y otros negocios no esenciales son administrados por el sector público, como operaciones generadoras de ingresos.
Ejemplos de desnacionalización
Varios países se han despojado de empresas y otros activos en las últimas décadas. El Reino Unido desnacionalizó sus ferrocarriles de 1994 a 1997. Japón está en proceso de desnacionalizar Japan Post. México, que expropió todas las compañías petroleras, instalaciones y reservas extranjeras en 1938, volvió a abrir el sector a la inversión privada en 2013, aunque el antiguo monopolio Pemex sigue siendo de propiedad estatal. Arabia Saudita está considerando la posibilidad de cotizar parte de la compañía petrolera del reino, Saudi Aramco, en una bolsa internacional, aunque el gobierno planea retener la propiedad de la gran mayoría de las acciones.