Hombre muerto
¿Quién es un difunto?
Un difunto es un término legal utilizado por profesionales en los campos de impuestos, planificación patrimonial y derecho para una persona fallecida. Cuando un difunto es un contribuyente legítimo, todas sus posesiones pasan a formar parte de su patrimonio y se le indica como difunto o fallecido. Los difuntos tienen poder legal sobre las transacciones finales y otros preparativos patrimoniales si hicieron los preparativos legales antes de su muerte.
Ejecución del testamento y la confianza de un difunto
Desde una perspectiva financiera, un difunto no deja de existir después de su muerte porque casi todo el mundo deja bienes. Los abogados y fideicomisarios cumplen los deseos de un difunto después de su muerte ejecutando lo que está en sus testamentos y fideicomisos. Los difuntos también deben presentar una declaración de impuestos final para el año de su muerte, y el patrimonio debe pagar los impuestos pendientes.
Conclusiones clave
- Difunto es un término legal que se utiliza para referirse a una persona fallecida.
- Los difuntos tienen obligaciones financieras, incluso después de su muerte, como la presentación de impuestos.
- Los abogados y fideicomisarios son responsables de llevar a cabo los deseos del difunto como se describe en sus testamentos y fideicomisos.
- Crear fideicomisos para proteger activos es una buena práctica para todos.
Cuando una persona muere, se convierte en un difunto, y su voluntad y confianza permanecen para dar instrucciones sobre cómo manejar su dinero y otros bienes. El proceso legal de ejecución de un testamento o fideicomiso siempre se refiere al fallecido como un difunto y requiere la presentación de una declaración de impuestos final que enumere todo el patrimonio.
Establecer un fideicomiso antes de la muerte es importante porque le permite a una persona transferir los derechos legales de sus activos a otra persona antes de morir. Este proceso a menudo reduce los impuestos sobre el patrimonio. Además, le otorga al fideicomisario, la persona que actúa en nombre del difunto, la autoridad inmediata para distribuir los activos en caso de fallecimiento. Finalmente, sin ningún tribunal involucrado, el patrimonio no tiene que pagar ninguna tasa judicial.
Protección y distribución de los activos de un difunto
Muchos asesores financieros recomiendan que sus clientes creen un fideicomiso para proteger sus activos. Cuando se crea un fideicomiso, el fideicomitente transfiere la propiedad legal de sus activos a una persona o instituto designado como fiduciario. Es trabajo del fideicomisario administrar los activos en nombre de los beneficiarios nombrados en el fideicomiso.
La creación de un fideicomiso establece un deber fiduciario para el fiduciario. Esto significa que el fideicomisario es legalmente responsable de tomar decisiones en el mejor interés de los beneficiarios descritos en el fideicomiso. Esto está destinado a brindar tranquilidad al difunto de que sus activos están asignados correctamente. Los beneficiarios del fideicomiso reciben algunos o todos los beneficios del fideicomiso cuando el fideicomitente fallece.
Ejemplo de un difunto
George creó una finca para su familia después de la jubilación. Después de su muerte, George se convirtió en un descendiente. Los fideicomisarios especificados en su patrimonio eran responsables de presentar su declaración final de impuestos, así como de asegurarse de que se cumplieran sus deseos especificados en su patrimonio.