Integración hacia atrás
¿Qué es la integración hacia atrás?
La integración hacia atrás es una forma de integración vertical en la que una empresa amplía su función para cumplir con las tareas que antes realizaban las empresas en la cadena de suministro. En otras palabras, la integración hacia atrás es cuando una empresa compra a otra empresa que suministra los productos o servicios necesarios para la producción. Por ejemplo, una empresa podría comprar a su proveedor de inventario o materias primas. Las empresas a menudo completan la integración hacia atrás adquiriendo o fusionándose con estos otros negocios, pero también pueden establecer su propia subsidiaria para realizar la tarea. La integración vertical completa ocurre cuando una empresa es propietaria de todas las etapas del proceso de producción, desde las materias primas hasta los productos / servicios terminados.
Conclusiones clave
- La integración hacia atrás es cuando una empresa amplía su función para cumplir con las tareas que antes realizaban las empresas en la cadena de suministro.
- La integración hacia atrás a menudo implica comprar o fusionarse con otra empresa que suministra sus productos.
- Las empresas buscan la integración hacia atrás cuando se espera que resulte en una mayor eficiencia y ahorros de costos.
- La integración hacia atrás puede ser intensiva en capital, lo que significa que a menudo requiere grandes sumas de dinero para comprar parte de la cadena de suministro.
Comprensión de la integración hacia atrás
Las empresas suelen utilizar la integración como un medio para hacerse cargo de una parte de la cadena de suministro de la empresa. Una cadena de suministro es el grupo de personas, organizaciones, recursos, actividades y tecnologías involucradas en la fabricación y venta de un producto. La cadena de suministro comienza con la entrega de materias primas de un proveedor a un fabricante y termina con la venta de un producto final a un consumidor final.
La integración hacia atrás es una estrategia que utiliza la integración vertical para impulsar la eficiencia. La integración vertical es cuando una empresa abarca múltiples segmentos de la cadena de suministro con el objetivo de controlar una parte o la totalidad de su proceso de producción. La integración vertical puede llevar a una empresa a controlar a sus distribuidores que envían su producto, las ubicaciones minoristas que venden su producto o, en el caso de la integración hacia atrás, sus proveedores de inventario y materias primas. En resumen, la integración hacia atrás ocurre cuando una empresa inicia una integración vertical retrocediendo en la cadena de suministro de su industria.
Un ejemplo de integración hacia atrás podría ser una panadería que compra un procesador de trigo o una granja de trigo. En este escenario, un proveedor minorista está comprando a uno de sus fabricantes, eliminando así al intermediario y obstaculizando la competencia.
Integración hacia atrás versus integración hacia adelante
La integración hacia adelante es también un tipo de integración vertical, que implica la compra o el control de los distribuidores de una empresa. Un ejemplo de integración avanzada podría ser un fabricante de ropa que normalmente vende su ropa a grandes almacenes minoristas; en cambio, abre sus propias tiendas minoristas. Por el contrario, la integración hacia atrás podría implicar que el fabricante de ropa compre una empresa textil que produzca el material para su ropa.
En resumen, la integración hacia atrás implica comprar parte de la cadena de suministro que ocurre antes del proceso de fabricación de la empresa, mientras que la integración hacia adelante implica comprar parte del proceso que ocurre después del proceso de fabricación de la empresa.
Netflix Inc., que comenzó como una empresa de alquiler de DVD que suministraba contenido de películas y televisión, utilizó la integración hacia atrás para expandir su modelo de negocio creando contenido original.
Ventajas de la integración hacia atrás
Las empresas buscan la integración hacia atrás cuando se espera que resulte en una mayor eficiencia y ahorros de costos. Por ejemplo, la integración hacia atrás podría reducir los costos de transporte, mejorar los márgenes de ganancia y hacer que la empresa sea más competitiva. Los costos se pueden controlar significativamente desde la producción hasta el proceso de distribución. Las empresas también pueden obtener más control sobre su cadena de valor, aumentando la eficiencia y obteniendo acceso directo a los materiales que necesitan. Además, pueden mantener a raya a los competidores al obtener acceso a ciertos mercados y recursos, incluida la tecnología o las patentes.
Desventajas de la integración hacia atrás
La integración hacia atrás puede ser intensiva en capital, lo que significa que a menudo requiere grandes sumas de dinero para comprar parte de la cadena de suministro. Si una empresa necesita comprar un proveedor o una instalación de producción, es posible que deba asumir grandes cantidades de deuda para lograr la integración hacia atrás. Aunque la empresa podría obtener ahorros de costos, el costo de la deuda adicional podría reducir cualquiera de los ahorros de costos. Además, la deuda agregada al balance general de la empresa podría evitar que en el futuro sean aprobados para líneas de crédito adicionales por parte de su banco.
En algunos casos, puede ser más eficiente y rentable para las empresas confiar en distribuidores y proveedores independientes. La integración hacia atrás no sería deseable si un proveedor pudiera lograr mayores economías de escala, lo que significa menores costos a medida que aumenta el número de unidades producidas. A veces, el proveedor podría proporcionar insumos a un costo menor en comparación con el fabricante si se hubiera convertido tanto en proveedor como en productor.
Las empresas que participan en la integración hacia atrás pueden volverse demasiado grandes y difíciles de administrar. Como resultado, las empresas podrían alejarse de sus fortalezas principales o de lo que la hizo tan rentable.
Un ejemplo del mundo real de integración hacia atrás
Muchas grandes empresas y conglomerados llevan a cabo la integración hacia atrás, incluida Amazon.com Inc. Amazon comenzó como un minorista de libros en línea en 1995, adquiriendo libros de las editoriales. En 2009, abrió su propia división editorial dedicada, adquiriendo los derechos de títulos nuevos y antiguos. Ahora tiene varias huellas.
Aunque todavía vende libros producidos por otros, sus propios esfuerzos editoriales han aumentado las ganancias al atraer consumidores a sus propios productos, ayudaron a controlar la distribución en su plataforma Kindle y le dieron influencia sobre otras editoriales. En resumen, Amazon utilizó la integración hacia atrás para expandir su negocio y convertirse tanto en un minorista de libros como en un editor de libros.