Inversores activistas: ¿algo bueno o malo?
Un accionista activista intenta hacerse con el control de una empresa con el fin de presionar a su dirección para que haga cambios o reemplace a su dirección directamente.
El inversionista multimillonario estadounidense Carl Icahn es un nombre muy conocido entre los accionistas activistas. Es conocido por comprar grandes cantidades de acciones de una empresa y luego presionar a la empresa para que realice cambios significativos con el fin de aumentar el valor de las acciones.
Conclusiones clave
- Los inversores activistas pueden forzar un cambio, para bien o para mal.
- Pueden comprar o vender sus participaciones sin previo aviso, sorprendiendo a los pequeños inversores.
- No siempre tienen la razón.
Esto parece algo bueno para los accionistas, pero no siempre lo es. Estos son algunos pros y contras potenciales para los inversores individuales de tener un inversor activista involucrado.
Ventajas potenciales de la participación de activistas
Llaman la atencion
Un inversor que posee unos pocos cientos o incluso unos pocos miles de acciones no tiene mucha influencia en la administración. Los inversores activistas compran (o abren) un porcentaje suficientemente grande de las acciones de una empresa para exigir y llamar la atención. También reciben una buena cantidad de atención de los medios y la utilizan para ventilar sus quejas.
La dirección de la empresa y su directorio no pueden ignorar a un activista.
Los activistas tienen el poder de mantener los pies de la gerencia contra el fuego y exigir resultados. Trabajarán duro para mejorar el valor de las partes interesadas.
Nuevos rostros significan nuevas ideas
Los inversores activistas pueden tener ideas sólidas sobre cómo la dirección puede utilizar mejor los activos de la empresa, mejorar sus operaciones o aumentar el valor para los accionistas.
La dirección puede o no ser receptiva a tales ideas. Sin embargo, el diálogo podría producir cambios positivos tanto para el inversor individual como para el activista.
La demanda de acciones podría aumentar
Los activistas tienden a hacerse con un gran porcentaje de las acciones en circulación de una empresa en un período corto de tiempo. Otros se subirán al carro con la esperanza de obtener una buena ganancia. Esto hará subir el precio de las acciones y, por extensión, beneficiará a los accionistas comunes a corto plazo.
Pueden obtener resultados
Los activistas suelen tener demandas muy específicas. Por ejemplo, en 2006, Trian Partners presionó para que la cadena de comida rápida Wendy’s (NYSE: WEN ) escindiera su negocio de donas Tim Hortons (NYSE: THI ) para aumentar el valor. Algunos accionistas aceptaron la idea y la junta estuvo de acuerdo. La escisión permitió a Wendy’s concentrarse más en su negocio principal y en competir con sus rivales, incluidos Burger King (NYSE: BKC ) y McDonalds (NYSE: MCD ).
Posibles desventajas de la participación de los activistas
Puede terminar mal
Cuando los activistas compran grandes bloques de acciones, el precio de las acciones generalmente aumenta. Si el activista decide que es hora de deshacerse de las acciones, puede caer rápidamente y sorprender a los inversores más pequeños sin estar preparados.
No olvide que los inversores activistas actúan en sus propios intereses, no en los suyos.
Los activistas se cuidan a sí mismos
Los activistas intentan convencer a otros accionistas y a los medios de comunicación para que acepten su agenda, pero al final del día están velando principalmente por sus propios intereses. Sería prudente que los inversores, grandes y pequeños, tuvieran en cuenta esta posibilidad al escuchar a un activista.
Los activistas no siempre tienen la razón
Muchos perciben a los activistas como más inteligentes que el inversor medio. Tienen una amplia experiencia, importantes contactos en la industria y acceso a una sólida investigación.
Sin embargo, los activistas no siempre tienen la razón. Su tiempo puede estar equivocado y pueden perder dinero, y a veces lo hacen. En otras ocasiones, sus buenas ideas pueden tardar mucho tiempo en concretarse. Pueden darse el lujo de esperar.
Los inversores deben tener esto en cuenta cuando se sientan tentados a copiar la acción de compra o venta de un activista.
Los activistas pueden tener un horizonte de inversión diferente
Los activistas pueden ser un grupo voluble. Pueden aferrarse a una posición y mantenerla durante años. Si no pueden ganar un puesto en la junta o persuadir a la empresa para que acepte sus agendas, pueden abandonar en un abrir y cerrar de ojos.
En resumen, es importante tener en cuenta que los activistas pueden tener un horizonte de inversión muy diferente al del inversor medio. Y es posible que estén mucho más dispuestos y sean capaces de aceptar una pérdida en sus apuestas.