Principio de aceleración
¿Qué es el principio de aceleración?
El principio de aceleración es un concepto económico que establece una conexión entre los patrones de consumo cambiantes y la inversión de capital. Afirma que si aumenta el apetito por los bienes de consumo, la demanda de equipos y otras inversiones necesarias para fabricar estos bienes crecerá aún más. En otras palabras, si el ingreso de una población aumenta y sus residentes, como resultado, comienzan a consumir más, habrá un cambio correspondiente pero magnificado en la inversión.
El principio de aceleración también se denomina principio de aceleración o efecto de aceleración.
Comprender el principio de aceleración
Con frecuencia, las empresas buscan medir cuánta demanda hay para sus productos o servicios. Si notan que las condiciones económicas están mejorando y el consumo está creciendo a un ritmo sostenible, es probable que inviertan para aumentar su producción, sobre todo si ya se encuentran cerca de su capacidad máxima. De no hacerlo, podrían perder una parte de los posibles ingresos futuros y perder terreno frente a los competidores que responden más rápido.
Según el principio de aceleración, la inversión de capital aumenta a un ritmo más rápido que la demanda de un producto. Esto se debe a que las inversiones para impulsar la producción a menudo requieren desembolsos importantes.
Las economías de escala determinan que las inversiones son generalmente más eficientes y tienen mayores ventajas de costos cuando son significativas. En otras palabras, financieramente tiene más sentido aumentar la capacidad sustancialmente, en lugar de solo un poquito.
Importante
El principio de aceleración no calcula la tasa de cambio en la inversión de capital como un producto del nivel general de consumo, sino como un producto de la tasa de cambio en el nivel de consumo.
Consideraciones Especiales
El principio de aceleración tiene el efecto de exagerar los auges y las recesiones en la economía. Esto tiene sentido, ya que las empresas quieren optimizar sus ganancias cuando tienen un producto exitoso, invirtiendo en más fábricas e inversiones de capital para producir más.
Varios economistas, incluido Irving Fisher, señalan que los ciclos económicos se mueven a la par con los intentos de las empresas de satisfacer la demanda de los consumidores en constante cambio. Cuando la economía está creciendo, los clientes están comprando y las bajas tasas de interés hacen que sea más barato pedir prestado, los equipos de administración buscan capitalizar con regularidad aumentando la producción.
Eventualmente, esto conduce inevitablemente a que haya demasiados productos y servicios en el mercado. Cuando la oferta supera a la demanda, los precios caen, lo que lleva a las empresas, que enfrentan la caída de las ventas y las ganancias, a luchar para mantener sus costos bajo control. A menudo, responden reduciendo drásticamente los gastos de capital (CapEx) y despidiendo personal.