Moneda de reserva
¿Qué es una moneda de reserva?
Una moneda de reserva es una gran cantidad de moneda mantenida por los bancos centrales y otras instituciones financieras importantes para prepararse para inversiones, transacciones y obligaciones de deuda internacional, o para influir en su tipo de cambio interno. Un gran porcentaje de los productos básicos, como el oro y el petróleo, se cotizan en la moneda de reserva, lo que hace que otros países mantengan esta moneda para pagar estos bienes.
Conclusiones clave
- Una moneda de reserva es una gran cantidad de moneda mantenida por los bancos centrales y las principales instituciones financieras para usar en transacciones internacionales.
- Una moneda de reserva reduce el riesgo de tipo de cambio, ya que no es necesario que un país cambie su moneda por la moneda de reserva para operar.
- La moneda de reserva ayuda a facilitar las transacciones globales, incluidas las inversiones y las obligaciones de deuda internacional.
- Un gran porcentaje de los productos básicos se cotizan en la moneda de reserva, lo que hace que los países mantengan esta moneda para pagar estos bienes.
Comprensión de la moneda de reserva
Tener una moneda de reserva minimiza el riesgo de tipo de cambio, ya que la nación compradora no tendrá que cambiar su moneda por la moneda de reserva actual para realizar la compra. Desde 1944, el dólar estadounidense ha sido la principal moneda de reserva utilizada por otros países. Como resultado, las naciones extranjeras monitorean de cerca la política monetaria de los Estados Unidos para asegurarse de que el valor de sus reservas no se vea afectado negativamente por la inflación o el aumento de precios.
Cómo el dólar estadounidense se convirtió en la moneda de reserva mundial
El surgimiento de Estados Unidos en la posguerra como potencia económica dominante tuvo enormes implicaciones para la economía global. En un momento, el Producto Interno Bruto (PIB) de los Estados Unidos, que es una medida de la producción total de un país, representó el 50% de la producción económica mundial.
Como resultado, tenía sentido que el dólar estadounidense se convirtiera en la reserva global de divisas. En 1944, tras el Acuerdo de Bretton Woods, los delegados de 44 países acordaron formalmente adoptar el dólar estadounidense como moneda de reserva oficial. Desde entonces, otros países fijaron sus tipos de cambio al dólar, que era convertible en oro en ese momento. Debido a que el dólar respaldado por oro se mantuvo relativamente estable, permitió a otros países estabilizar sus monedas.
Al principio, el mundo se benefició de un dólar fuerte y estable, y Estados Unidos prosperó gracias al tipo de cambio favorable de su moneda. Los gobiernos extranjeros no se dieron cuenta del todo de que, aunque las reservas de oro respaldaban sus reservas de divisas, Estados Unidos podría seguir imprimiendo dólares respaldados por su deuda mantenida como bonos del Tesoro de Estados Unidos. A medida que Estados Unidos imprimió más dinero para financiar sus gastos, el respaldo de oro detrás de los dólares disminuyó. El aumento de la oferta monetaria de dólares fue más allá del respaldo de las reservas de oro, lo que redujo el valor de las reservas de divisas en poder de los países extranjeros.
El desacoplamiento oro-dólar
A medida que Estados Unidos continuaba inundando los mercados con dólares en papel para financiar la escalada de la guerra en Vietnam y los programas de la Gran Sociedad, el mundo se volvió cauteloso y comenzó a convertir las reservas de dólares en oro. La corrida del oro fue tan extensa que el presidente Nixon se vio obligado a intervenir y desvincular el dólar del patrón oro, lo que dio paso a los tipos de cambio flotantes que se utilizan hoy en día. Poco después, el valor del oro se triplicó y el dólar comenzó su declive de décadas.
Fe continua en el dólar estadounidense
El dólar estadounidense sigue siendo la reserva de divisas del mundo, debido principalmente al hecho de que los países acumularon una gran cantidad y sigue siendo la forma de cambio más estable y líquida. Respaldado por el más seguro de todos los activos en papel, los bonos del Tesoro de Estados Unidos, el dólar sigue siendo la moneda más redimible para facilitar el comercio mundial. Es por esta razón que es muy poco probable que el dólar estadounidense experimente un colapso en el corto plazo.
El euro, introducido en 1999, es la segunda moneda de reserva más común del mundo. Según el Fondo Monetario Internacional (FMI), que se encarga de promover el crecimiento y el comercio mundial, los bancos centrales tienen más de 6,7 billones de dólares en reservas de dólares frente a 2,2 billones de euros en el cuarto trimestre de 20191.