Clima de inversión
¿Qué es el clima de inversión?
El clima de inversión se refiere a las condiciones económicas, financieras y sociopolíticas en un país que afectan si las personas, los bancos y las instituciones están dispuestos a prestar y adquirir una participación (invertir) en las empresas que operan allí.
El clima de inversión se ve afectado por muchos factores indirectos, que incluyen: pobreza, crimen, infraestructura, participación de la fuerza laboral, seguridad nacional, inestabilidad política, incertidumbre del régimen, impuestos, estado de derecho, derechos de propiedad, regulaciones gubernamentales, transparencia gubernamental y responsabilidad gubernamental.
Conclusiones clave
- El clima de inversión se refiere a las condiciones económicas, financieras y sociopolíticas de un país que afectan la propensión a invertir y pedir prestado o prestar.
- Un clima de inversión desfavorable es uno de los muchos obstáculos que enfrentan las naciones subdesarrolladas, que puede deberse en parte a la inestabilidad política o la infraestructura deficiente.
- Juzgar el clima de inversión se basa en factores subjetivos y contextuales, además de métricas estandarizadas.
Comprender el clima de inversión
Un clima de inversión desfavorable es uno de los muchos obstáculos que enfrentan las naciones subdesarrolladas. La reforma regulatoria es a menudo un componente clave para eliminar las barreras a la inversión. Se han establecido varias organizaciones sin fines de lucro con el propósito de mejorar el clima de inversión y estimular el desarrollo económico en estos países.
Además, algunos inversores están dispuestos a asumir el alto nivel de riesgo y volatilidad asociados con la inversión en un clima desfavorable debido a la posibilidad de que el alto riesgo se vea recompensado con altos rendimientos.
Un aspecto difícil de comprender y juzgar el clima de inversión de un país o región es que la gobernanza es un concepto amplio que se puede practicar con eficacia de diferentes formas. También hay diferentes tipos de gobernanza, desde la gobernanza política (el tipo de sistema político, la estructura constitucional, las relaciones entre el estado y la sociedad), la gobernanza económica (instituciones estatales que regulan la economía, la competencia, los derechos de propiedad y contractuales) y la gobernanza empresarial. (leyes y prácticas nacionales y empresariales que determinan la conducta empresarial, derechos de los accionistas, divulgación y transparencia, normas contables).
Para complicar las cosas, cada faceta diferente de la gobernanza juega con la otra, por lo que hacer juicios sobre cualquier clima de inversión dado debe hacerse caso por caso.
Juzgar un clima de inversión
Para que las personas, los bancos y las instituciones se sientan cómodos invirtiendo en un clima de inversión determinado, deben tener una expectativa razonable de condiciones que permitan que sus inversiones prosperen y se expandan.
En los lugares donde el estado no proporciona una cierta infraestructura pública esencial – como la regulación del sonido, las leyes de apoyo al mercado que son implementadas de manera justa por los jueces honestos y bien entrenados y un sistema de contratación transparente – el nivel de confianza requerido en el clima de inversión no puede estar establesido. En resumen, el sector privado necesita un Estado eficaz que le permita funcionar de manera eficiente y justa.
Si no se puede confiar en que el estado proporcione ese nivel de garantía, hacer negocios a gran escala se vuelve problemático. Se necesitan reglas de juego claras sobre la forma en que el estado interactúa con el sector privado. Es necesario que haya igualdad de condiciones y plataformas para el diálogo constructivo entre los agentes estatales y las empresas privadas.