Cómo el dilema de Triffin afecta las monedas - KamilTaylan.blog
19 abril 2021 20:29

Cómo el dilema de Triffin afecta las monedas

Predicción del dólar de Robert Triffin

En octubre de 1959, un profesor de Yale se sentó frente al Comité Económico Conjunto del Congreso y anunció con calma que el sistema de Bretton Woods estaba condenado al fracaso. El dólar no podría sobrevivir como moneda de reserva mundial sin que Estados Unidos tuviera déficits cada vez mayores. Este lúgubre científico era Robert Triffin, nacido en Bélgica, y tenía razón. El sistema de Bretton Woods colapsó en 1971, y hoy el papel del dólar como moneda de reserva tiene a Estados Unidos con el mayor déficit en cuenta corriente del mundo.

Durante gran parte del siglo XX, el dólar estadounidense fue la moneda de elección. Tanto los bancos centrales como los inversores compraron dólares para mantenerlos como reservas de divisas, y con razón. Estados Unidos tuvo un clima político estable, no experimentó los estragos de las guerras mundiales como los tuvo Europa y tuvo una economía en constante crecimiento que fue lo suficientemente grande como para absorber los impactos.

Conclusiones clave

  • Robert Triffin creía que el dólar no podría sobrevivir como moneda de reserva mundial sin que Estados Unidos tuviera déficits cada vez mayores.
  • Una moneda de reserva popular eleva su tipo de cambio, lo que perjudica las exportaciones del país emisor de la moneda y genera un déficit comercial.
  • Un país que emite una moneda de reserva debe equilibrar sus intereses con la responsabilidad de tomar decisiones monetarias que beneficien a otros países.
  • Otra moneda de reserva que reemplace al dólar aumentaría los costos de endeudamiento, lo que podría afectar la capacidad de Estados Unidos para pagar la deuda.
  • Un nuevo sistema monetario internacional podría ayudar a los países a mantener un estado de moneda de reserva.

Consideraciones sobre la moneda de reserva

Al «aceptar» que su moneda se utilice como moneda de reserva, un país se pone las manos a la espalda. Para que la inflación en el país. Cuanto más popular es la moneda de reserva en relación con otras monedas, más alto es su tipo de cambio y las industrias exportadoras nacionales se vuelven menos competitivas. Esto provoca un déficit comercial para el país emisor de divisas, pero hace feliz al mundo. Si el país de la moneda de reserva, en cambio, decide centrarse en la política monetaria interna al no emitir más moneda, entonces el mundo se vuelve infeliz.

Paradoja de la moneda de reserva

Convertirse en una moneda de reserva presenta a los países una paradoja. Quieren el préstamo «sin intereses» generado por la venta de divisas a gobiernos extranjeros, y necesitan poder reunir capital rápidamente debido a la gran demanda de bonos denominados en divisas de reserva. Al mismo tiempo, quieren poder utilizar la política monetaria y de capital para garantizar que las industrias nacionales sean competitivas en el mercado mundial y asegurarse de que la economía nacional sea saludable y no tenga grandes déficits comerciales. Desafortunadamente, estas dos ideas — fuentes baratas de capital y balanzas comerciales positivas — generalmente no pueden suceder al mismo tiempo.

Este es el dilema de Triffin, que lleva el nombre de Robert Triffin, un economista que escribió sobre la inminente perdición del sistema de Bretton Woods en su libro de 1960,Gold and the Dollar Crisis: The Future of Convertibility. Señaló que los años de inyectar dólares en la economía mundial a través de programas de posguerra, como el Plan Marshall, hacían cada vez más difícil ceñirse al patrón oro. El país tenía que lograr esto infundiendo confianza internacional a través de un superávit en cuenta corriente y al mismo tiempo tener un déficit en cuenta corriente al proporcionar acceso inmediato al oro.1

Emitir una moneda de reserva significa que la política monetaria ya no es una cuestión exclusivamente nacional, es internacional. Los gobiernos deben equilibrar el deseo de mantener el desempleo bajo y el crecimiento económico estable con su responsabilidad de tomar decisiones monetarias que beneficiarán a otros países. El estado de la moneda de reserva es, por tanto, una amenaza para la soberanía nacional.

Otra moneda de reserva

¿Qué pasaría si otra moneda, como el yuan de China, se convirtiera en la moneda de reserva preferida del mundo? Es probable que el dólar se deprecie en relación con otras monedas, lo que podría impulsar las exportaciones y reducir el déficit comercial. Sin embargo, el problema más importante sería un aumento en los costos de los préstamos a medida que disminuya la demanda de un flujo constante de dólares, lo que podría tener un impacto severo en la capacidad de Estados Unidos para pagar su deuda o financiar programas internos. China, por otro lado, tendrá que modernizar rápidamente su sistema financiero, lamentado durante mucho tiempo por proteger sus industrias orientadas a la exportación, mediante la manipulación de divisas. La demanda de convertibilidad del yuan significa que el banco central de China tendría que relajar las regulaciones relacionadas con los bonos denominados en yuanes.

Nuevo sistema monetario internacional

Existe otra posibilidad para reducir las presiones que enfrentan los países al tratar de mantener el estatus de moneda de reserva: un nuevo sistema monetario internacional, una idea que flotó durante varias décadas como una posible solución. Una posibilidad es el derecho especial de giro, un tipo de activo de reserva mantenido por una institución global, como el Fondo Monetario Internacional (FMI). Si bien esta no es una moneda, representa un derecho de otros países sobre los activos en divisas. Una idea más radical sería crear una moneda global, un concepto impulsado por John Maynard Keynes, con un valor basado en el oro o en las mecanizaciones de un banco central global. Esta es probablemente la solución más compleja disponible y presenta problemas relacionados con la soberanía, la estabilidad y la administración. Después de todo, ¿cómo se puede hacer responsable a una organización que es voluntaria?

La línea de fondo

A corto plazo, la posibilidad de que una moneda de reserva reemplace al dólar es mínima o nula. A pesar de los problemas económicos y políticos que enfrenta Estados Unidos, su condición de «refugio seguro» es difícil de superar, especialmente a la luz de la difícil situación del euro. Es difícil analizar qué sucedería exactamente si el dólar fuera superado por otra moneda, y es igualmente difícil predecir lo que las medidas presupuestarias y de austeridad en Europa y Estados Unidos afectarán a la economía mundial en los próximos años.