Gasto flexible - KamilTaylan.blog
19 abril 2021 18:44

Gasto flexible

¿Qué es un gasto flexible?

Un gasto flexible es una compra discrecional que puede modificarse o eliminarse sin una desventaja significativa. Estos son gastos no esenciales que contrastan con los gastos fijos. Los gastos flexibles deben incluirse en un presupuesto para administrar las finanzas generales de una persona. Los economistas suelen utilizar el término gasto discrecional del consumidor para describir los gastos flexibles.

Conclusiones clave

  • En el presupuesto personal, un gasto flexible es un gasto no esencial que puede recortarse o eliminarse.
  • Los gastos flexibles contrastan con los gastos fijos, también conocidos como gastos inflexibles.
  • Incluso los gastos inflexibles pueden contener componentes flexibles, como elegir sustitutos más asequibles.
  • Para crear un presupuesto y ceñirse a él, es fundamental que se incluyan tanto los gastos fijos como los flexibles.
  • Para anotar sus gastos flexibles, revise su tarjeta de crédito y los extractos de su cuenta corriente todos los meses para ver en qué artículos no esenciales está gastando dinero.

Comprensión de un gasto flexible

Cuando los asesores financieros asesoran a las personas, habitualmente les piden que calculen sus gastos, separando los que son necesarios y no negociables, como los pagos de hipotecas y automóviles, y los que son flexibles, como los costos de entretenimiento. Los costos de entretenimiento generalmente se pueden dividir en categorías como una suscripción a televisión por cable, descargas de música, cenas en restaurantes y vacaciones.

Saber a dónde va el dinero y separar lo flexible de lo inflexible puede ayudar a las personas a hacer frente a un presupuesto que se extiende al límite o más. Incluso algunos costos aparentemente inflexibles, como los comestibles, pueden incluir componentes flexibles, como entradas precocidas o los cortes de carne más caros. Siempre hay opciones más asequibles para gastos inflexibles, como comprar un Ford en lugar de un BMW.

El consumidor contemporáneo parece enfrentarse a una gama extraordinaria de bienes y servicios que están disponibles a precios que van desde el descuento hasta el superpremium. Un consumidor puede comprar un bolso de cuero por $ 20 en un almacén o gastar entre $ 40,000 y $ 50,000 en un solo bolso Hermes Birkin. En algún punto intermedio probablemente funcione para los presupuestos de la mayoría de las personas.

Pero la mayoría de los consumidores toman cada día menos decisiones que rompen el presupuesto: si comprar la aspirina genérica o de marca; si salir a tomar un café o hacerlo en casa; ya sea para unirse a un gimnasio o correr en el parque.

La mayoría de los consumidores saben lo que deben hacer si necesitan mantener bajos sus gastos. Pero puede ser útil enumerar todos los gastos flexibles e inflexibles para comprender realmente a dónde va todo el dinero.

Cómo administrar los gastos flexibles

El primer paso para gestionar los gastos flexibles es descubrir cuáles son. Uno puede revisar sus extractos de cuenta corriente y tarjeta de crédito para ver en qué gastan su dinero durante un mes. Pueden dividir las categorías en gastos flexibles e inflexibles y comenzar a notar cuáles son los gastos flexibles. A partir de ahí, pueden hacer un esfuerzo consciente para eliminarlos o ajustar los gastos flexibles recurrentes.

Aunque un gasto flexible puede ser recurrente, la cantidad gastada y la decisión de incurrir en el gasto siguen siendo cuestiones de elección. Por ejemplo, si un hogar elige solicitar un servicio de televisión por cable o satélite, el costo se repite mensualmente.

El gasto puede reducirse optando por un plan con menos canales premium. El consumidor puede «cortar el cable» y utilizar un servicio de transmisión a la carta basado en Internet por un costo mensual más bajo que los paquetes ofrecidos por las compañías de cable y satélite. O los que realmente se preocupan por su presupuesto pueden comprar una antena digital económica y ver la transmisión de televisión de forma gratuita.

Incluso el costo de servicios públicos como la electricidad puede considerarse un gasto flexible. Apagar las luces y los electrodomésticos que no se usan, usar bombillas de luz menos potentes y colgar la ropa para que se seque en lugar de usar una secadora son formas de reducir el consumo de energía y los costos domésticos.

Además de los gastos recurrentes, también hay gastos periódicos. Unas vacaciones o una bicicleta nueva serían ejemplos. En estas coyunturas, es importante evaluar su situación financiera. ¿Se necesita una bicicleta nueva o se puede reparar la bicicleta actual a un costo mucho menor? ¿Son necesarias estas vacaciones en un país extranjero o viajar a algún lugar local sería igual de agradable y a mitad de precio? Ser conocedor de sus gastos puede ayudarlo a ahorrar.