Economía ambiental - KamilTaylan.blog
19 abril 2021 17:57

Economía ambiental

¿Qué es la economía ambiental?

La economía ambiental es un área de la economía que estudia el impacto financiero de las políticas ambientales. Los economistas ambientales realizan estudios para determinar los efectos teóricos o empíricos de las políticas ambientales en la economía. Este campo de la economía ayuda a los usuarios a diseñar políticas ambientales adecuadas y analizar los efectos y méritos de las políticas existentes o propuestas.

Conclusiones clave

  • La economía ambiental estudia el impacto de las políticas ambientales y diseña soluciones a los problemas que se derivan de ellas.
  • El enfoque puede ser prescriptivo o basado en incentivos.
  • Los dos principales desafíos de la economía ambiental son su naturaleza transnacional y su impacto en varias partes móviles de una sociedad.

Comprensión de la economía ambiental

El argumento básico que sustenta la economía ambiental es que las comodidades ambientales (o bienes ambientales) tienen valor económico y existen costos ambientales del crecimiento económico que no se tienen en cuenta en el modelo de mercado actual. Los bienes ambientales incluyen cosas como el acceso a agua potable, aire limpio, la supervivencia de la vida silvestre y el clima en general. Los bienes ambientales suelen ser difíciles de privatizar por completo y están sujetos al problema conocido como la tragedia de los bienes comunes.

La destrucción o el uso excesivo de bienes ambientales, como la contaminación y otros tipos de degradación ambiental, pueden representar una forma de falla del mercado porque impone externalidades negativas. De esta manera, los economistas ambientales analizan los costos y beneficios de políticas económicas específicas que buscan corregir tales problemas, lo que también implica realizar pruebas teóricas o estudios sobre posibles consecuencias económicas de la degradación ambiental.

Estrategias económicas ambientales

Los economistas ambientales se preocupan por identificar problemas específicos que deben rectificarse, pero puede haber muchos enfoques para resolver el mismo problema ambiental. Si un estado está tratando de imponer una transición a la energía limpia, por ejemplo, tiene varias opciones. El gobierno puede imponer un límite forzoso a las emisiones de carbono o puede adoptar soluciones más basadas en incentivos, como imponer impuestos basados ​​en la cantidad a las emisiones de carbono u ofrecer créditos fiscales a las empresas que adoptan fuentes de energía renovables.

Todas estas estrategias se basan, en diversos grados, en la intervención estatal en el mercado; por lo tanto, el grado en que esto es aceptable es un factor político importante para determinar la política económica ambiental. Este debate también se conoce como prescriptivo (en el que el gobierno controlaría manualmente las emisiones de carbono) versus el basado en el mercado (donde el gobierno establecería objetivos y colocaría incentivos, pero de lo contrario permitiría a las empresas cumplir esos objetivos como quisieran).

Desafíos de la economía ambiental

Debido a que la naturaleza y el valor económico de los bienes ambientales a menudo trascienden las fronteras nacionales, la economía ambiental requiere con frecuencia un enfoque transnacional. Por ejemplo, un economista ambiental podría identificar la despoblación acuática, resultante de la sobrepesca, como una externalidad negativa que debe abordarse. Estados Unidos podría imponer regulaciones a su propia industria pesquera, pero el problema no se resolvería sin una acción similar de muchas otras naciones que también participan en la sobrepesca. El carácter global de estos problemas ambientales ha llevado al surgimiento de organizaciones no gubernamentales (ONG) como el Panel Internacional sobre Cambio Climático (IPCC), que organiza foros anuales para que los jefes de estado negocien políticas ambientales internacionales.

Otro desafío relacionado con la economía ambiental es el grado en que sus hallazgos afectan a otras industrias. Como se explicó anteriormente, la economía ambiental tiene un enfoque de base amplia y afecta a varias partes móviles. La mayoría de las veces, los hallazgos de los economistas ambientales pueden generar controversias. La implementación de las soluciones propuestas por los economistas ambientales es igualmente difícil debido a su complejidad. La presencia de múltiples mercados de créditos de carbono es un ejemplo de la caótica implementación transnacional de ideas derivadas de la economía ambiental. Los estándares de ahorro de combustible establecidos por la Agencia de Protección Ambiental (EPA) son otro ejemplo del acto de equilibrio requerido por las propuestas de políticas relacionadas con la economía ambiental.

En los EE. UU., Las propuestas de políticas derivadas de la economía ambiental tienden a provocar un debate político polémico. Los líderes rara vez están de acuerdo sobre el grado de costos ambientales externalizados, lo que dificulta la elaboración de políticas ambientales sustantivas. La EPA utiliza economistas ambientales para realizar propuestas de políticas relacionadas con el análisis. Luego, estas propuestas son examinadas y evaluadas por los órganos legislativos. Supervisa un Centro Nacional de Economía Ambiental, que enfatiza las soluciones basadas en el mercado, como las políticas de tope y comercio para las emisiones de carbono. Sus temas prioritarios de política son fomentar el uso de biocombustibles, analizar los costos del cambio climático y abordar los problemas de desechos y contaminación.

Ejemplo de economía ambiental

Un ejemplo contemporáneo destacado del uso de la economía ambiental es el sistema de tope y comercio. Las empresas compran compensaciones de carbono de países en desarrollo u organizaciones medioambientales para compensar sus emisiones de carbono. Otro ejemplo es el uso de un impuesto al carbono para penalizar a las industrias que emiten carbono.

Las regulaciones corporativas de economía de combustible promedio (CAFE) son otro ejemplo de economía ambiental en el trabajo. Estas regulaciones son prescriptivas y especifican los galones por milla de gasolina para automóviles para fabricantes de automóviles. Fueron introducidos durante la década de 1970 para promover la eficiencia del combustible en una era de escasez de gas.