Acto de Dios
¿Qué es un acto de Dios?
Un acto de Dios describe un evento fuera del control o actividad humana. Suele ser un desastre natural, como una inundación o un terremoto. Las pólizas de seguro suelen especificar qué casos fortuitos concretos cubren.
En los negocios, la frase «acto de Dios» no está asociada con ninguna religión o sistema de creencias en particular. El lenguaje contractual que se refiere a casos fortuitos se conoce como cláusulas de fuerza mayor, que suelen ser utilizadas por las compañías de seguros. Estas cláusulas generalmente limitan o eliminan la responsabilidad por lesiones, daños y pérdidas causadas por casos fortuitos.
Conclusiones clave
- Un acto de Dios es un evento incontrolable, como tornados, no causado ni controlado por humanos.
- Las compañías de seguros a menudo limitan o excluyen la cobertura por casos de fuerza mayor.
- Los actos de Dios no eximen a las personas del deber de ejercer un cuidado razonable.
- Los titulares de pólizas deben revisar su póliza para conocer las coberturas y exclusiones relacionadas con casos fortuitos.
Entendiendo los actos de Dios
Una cláusula de caso fortuito en un contrato no implica que nadie sea responsable de los daños. Un desastre natural, como una inundación o un terremoto, generalmente no es previsible ni prevenible. Sin embargo, el asegurado no puede utilizar el evento como una excusa para no tener un cuidado razonable para tratar de prevenir o protegerse contra daños.
Digamos que un almacén en ruinas se derrumba durante un terremoto y hiere a los transeúntes. El propietario afirma que un acto de Dios provocó la caída del edificio. Sin embargo, es probable que la aseguradora rechace el reclamo y es posible que no haya recurso en la corte porque el propietario no tomó un cuidado razonable para mantener la integridad estructural del edificio.
Asimismo, los gobiernos también deben tener un cuidado razonable para prevenir desastres. Digamos que un estado no pudo mantener una presa que se rompió y causó un daño importante a una comunidad. Este no es un acto de Dios. Las lluvias intensas pueden haber causado el aumento de las masas de agua, pero la inundación fue un resultado directo de la falta de acción del gobierno para mantener los sistemas de retención de agua.
Un juez dictaminó que las inundaciones en Nueva Orleans causadas por el huracán Katrina (un acto de Dios) fueron un acto de negligencia, citando que el Cuerpo del Ejército de los EE. UU. No mantuvo adecuadamente las defensas contra inundaciones.
Consideraciones Especiales
Las pólizas de seguro a menudo tienen largas listas de exclusiones por daños causados por casos fortuitos. Los titulares de pólizas deben revisar detenidamente sus pólizas para ver qué tipos de daños causados por casos fortuitos están cubiertos. Luego, pueden tomar decisiones informadas sobre si comprar un seguro adicional para protegerse a sí mismos y a su propiedad de ciertos riesgos.
Por ejemplo, la póliza de seguro de un propietario de vivienda típica excluye la mayoría de casos fortuitos, especialmente los huracanes. Por esta razón, los propietarios de viviendas costeras suelen comprar un seguro contra inundaciones por separado para agregar protección adicional. En los EE. UU., El seguro contra inundaciones es ofrecido por el Programa Nacional de Seguros contra Inundaciones, administrado por la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA).
Es de destacar que algunas pólizas de seguro para propietarios de viviendas cubren daños a la vivienda en sí relacionados con actos fortuitos específicos, pero no a otros edificios o estructuras propiedad del titular de la póliza.