20 abril 2021 5:50

Cómo medir la utilidad en economía

Es difícil medir un concepto cualitativo como la utilidad, pero los economistas intentan cuantificarlo de dos formas diferentes: utilidad cardinal y utilidad ordinal. Ambos valores son imperfectos, pero proporcionan una base importante para estudiar las opciones del consumidor.

En economía, utilidad simplemente significa la satisfacción que experimenta un consumidor con un producto o servicio. La utilidad es un factor importante en la toma de decisiones y la elección de productos, pero presenta un problema para los economistas que intentan incorporarla a los modelos microeconómicos. La utilidad varía entre consumidores para el mismo producto y puede verse influenciada por otros factores, como el precio y la disponibilidad de alternativas.

Utilidad Cardinal

La utilidad cardinal es la asignación de un valor numérico a la utilidad. Los modelos que incorporan la utilidad cardinal usan la unidad teórica de utilidad, la util, de la misma manera que se usa cualquier otra cantidad medible. En otras palabras, una canasta de plátanos podría dar al consumidor una utilidad de 10, mientras que una canasta de mangos podría brindar una utilidad de 20.

La desventaja de la utilidad cardinal es que no hay una escala fija para trabajar. La idea de 10 utilidades no tiene sentido en sí misma, y ​​los factores que influyen en el número pueden variar ampliamente de un consumidor a otro. Si otro consumidor le da a las bananas un valor útil de 15, no significa necesariamente que le gusten las bananas un 50% más que al primer consumidor. La implicación es que no hay forma de comparar la utilidad entre consumidores.

La utilidad marginal decreciente

Un concepto importante relacionado con la utilidad cardinal es la ley de la utilidad marginal decreciente, que establece que en cierto punto cada unidad extra de un bien proporcionará cada vez menos utilidad. Si bien un consumidor puede asignar a su primera canasta de bananas un valor de 10 utilidades, después de varias canastas, la utilidad adicional de cada nueva canasta podría disminuir significativamente. Los valores que se asignan a cada cesta adicional se pueden utilizar para encontrar el punto en el que se maximiza la utilidad o para estimar la curva de demanda de un cliente.

Una forma alternativa de medir la utilidad es el concepto de utilidad ordinal, que utiliza clasificaciones en lugar de valores. El beneficio es que se eliminan las diferencias subjetivas entre productos y entre consumidores y todo lo que queda son las preferencias clasificadas. A un consumidor le pueden gustar más los mangos que los plátanos, y otro puede preferir los plátanos a los mangos. Estas son preferencias comparables, aunque subjetivas.

La utilidad se utiliza en el desarrollo de curvas de indiferencia, que representan la combinación de dos productos que un determinado consumidor valora por igual e independientemente del precio. Por ejemplo, un consumidor podría estar igualmente feliz con tres plátanos y un mango o un plátano y dos mangos. Estos son, pues, dos puntos de la curva de indiferencia del consumidor.