Índice de ropa interior masculina
¿Qué es el índice de ropa interior masculina?
El índice de ropa interior masculina es un indicador económico poco convencional, favorecido durante mucho tiempo por el ex presidente de la Fed, Alan Greenspan, que pretende medir qué tan bien le está yendo a la economía en función de las ventas de ropa interior masculina. Esta medida sugiere que las caídas en las ventas de ropa interior masculina indican un estado general deficiente de la economía, mientras que los aumentos en las ventas de ropa interior predicen una mejora de la economía.
Conclusiones clave
- El índice de ropa interior masculina es una medida informal de la economía en general, y que alguna vez fue favorecida por el presidente de la Fed, Alan Greenspan.
- La teoría dice que si las ventas de ropa interior están aumentando, la economía debe estar mejorando; y viceversa.
- Este es solo uno de varios indicadores económicos no convencionales que combinan la teoría económica y popular para hacer predicciones.
Comprensión del índice de ropa interior masculina
El índice de ropa interior masculina es un indicador económico popularizado por el ex presidente de la Fed, Alan Greenspan, que sugiere que el desempeño de una economía se puede medir observando las ventas de ropa interior masculina.
Según esta teoría, que Greenspan comenzó a promover en la década de 1970, una economía que se desempeñe mal mostrará una disminución en las ventas de ropa interior masculina, mientras que una economía en mejora mostrará un aumento en las ventas de ropa interior. La suposición fundamental detrás de esta teoría es que los hombres tienden a ver la ropa interior como una necesidad en lugar de un artículo de lujo, lo que significa que las ventas de productos se mantendrán estables, excepto durante las recesiones económicas severas.
Los críticos de esta teoría sugieren que puede ser inexacta por varias razones, incluida la frecuencia con la que las mujeres compran ropa interior para los hombres y una supuesta tendencia de los hombres a no comprar ropa interior hasta que esté gastada, independientemente del desempeño de la economía.
Otros indicadores económicos no convencionales
El índice de ropa interior masculina es solo uno de una serie de indicadores económicos no convencionales que se han propuesto desde el advenimiento del seguimiento del mercado.
Algunos otros indicadores económicos no convencionales que se han promovido incluyen:
- Dobladillos : sugerido por primera vez en 1925 por George Taylor de la Wharton School of Business, el índice Hemline propone que los dobladillos de las faldas son más altos cuando la economía se está desempeñando mejor. Por ejemplo, las faldas cortas estaban de moda en la década de 1990 cuando la burbuja tecnológica estaba aumentando.
- Cortes de pelo : el fundador de Paul Mitchell, John Paul Dejoria, sugiere que durante los buenos tiempos económicos, los clientes visitarán los salones para cortarse el pelo cada seis semanas, mientras que en los malos tiempos, la frecuencia de los cortes de pelo desciende a cada ocho semanas.
- Lavado en seco : Otra teoría favorita de Greenspan, este indicador sugiere que la limpieza en seco disminuye durante los malos tiempos económicos, ya que las personas solo llevan la ropa a la tintorería cuando es absolutamente necesario cuando los presupuestos son ajustados.
- Comida rápida : muchos analistas creen que durante las recesiones financieras, es mucho más probable que los consumidores compren opciones de comida rápida más baratas, mientras que cuando la economía avanza en alza, es más probable que los clientes se centren más en comprar alimentos más saludables y comer en restaurantes más agradables.
- Lápiz labial: elindicador líder de lápiz labial sugiere que un aumento en las ventas de pequeños artículos de lujo como el lápiz labial puede indicar una recesión inminente o un período de disminución de la confianza del consumidor. La premisa es que los consumidores recurren a indulgencias menos costosas, como el lápiz labial, cuando no se sienten seguros sobre el futuro económico. Sin embargo, la pandemia de 2020 cambió los regímenes de belleza lo suficiente como para cuestionar la utilidad de este indicador.