Sociedad sin cheques
¿Qué es una sociedad sin cheques?
El término «sociedad sin cheques» se refiere a un futuro hipotético en el que todas las transacciones financieras se procesan electrónicamente. Esto eliminaría la necesidad de realizar transacciones en papel, ya sean facturas, cheques o incluso monedas de metal.
Aunque muchos observadores han predicho la llegada de una sociedad sin control durante algún tiempo, el progreso real hacia este estado ha sido más lento de lo esperado.
Conclusiones clave
- Una sociedad sin cheques es un estado futuro hipotético en el que todas las transacciones se realizan digitalmente.
- En ese futuro, los medios físicos de pago, como efectivo o cheques, dejarían de existir.
- Ese futuro podría tener beneficios para la velocidad de las transacciones, la reducción de los costos generales y la reducción del fraude.
Comprensión de las sociedades sin cheques
Hoy en día, los cheques siguen siendo un método ampliamente utilizado para realizar pagos mayores, como el alquiler, la nómina y las compras de bienes raíces. Para los consumidores individuales y los propietarios de pequeñas empresas, los cheques son una forma de pago más accesible que las transferencias bancarias, que a menudo implican tarifas elevadas. Los cheques también tienen la ventaja de proporcionar un rastro probatorio, que puede ser beneficioso para los consumidores o empresas que puedan necesitar demostrar que se realizó el pago dado.
Sin embargo, a pesar de estas ventajas, muchas instituciones financieras preferirían operar exclusivamente a través de medios electrónicos. Hacerlo podría permitir tiempos de procesamiento sustancialmente más rápidos y podría ayudar a reducir los costos generales al reducir la necesidad de personal humano. Desde una perspectiva regulatoria, una sociedad sin cheques también podría permitir una mayor supervisión de las transacciones al permitir que los organismos gubernamentales monitoreen todas las transacciones electrónicamente. La Reserva Federal, por ejemplo, ha manifestado su deseo de ampliar el acceso a transferencias electrónicas de fondos (EFT) y transferencias electrónicas para que este tipo de transacciones puedan gradualmente reemplazar a los cheques en la economía.
Aunque los cheques y otros métodos físicos de pago siguen estando muy extendidos, existe evidencia de su declive a largo plazo. Por ejemplo, una encuesta de 2013 realizada por la plataforma de pago en línea WePay encontró que más del 50% de los millennials no usan cheques en absoluto, y que más del 60% de los consumidores emiten menos de tres cheques por mes. Ese mismo año, el Servicio Postal de EE. UU. (USPS) informó que, mientras que el 91% de los clientes de USPS reciben sus facturas por correo, solo el 37% de esos clientes pagan sus facturas por correo.
Ejemplo del mundo real de una sociedad sin cheques
Los académicos, los expertos financieros y otros han estado prediciendo el inicio de una sociedad sin cheques durante décadas. Escribiendo en 1968 para el American Business Law Journal, por ejemplo, el profesor de la Universidad de Indiana James A. Barnes habló de las ramificaciones legales de una sociedad en la que los consumidores ya no usan efectivo o cheques para pagar sus compras. En 1976, Associated Press informó sobre el creciente ímpetu para reemplazar los cheques de papel con ETF.
La transición actual a una sociedad sin cheques no ha sido tan rápida y fácil como muchos habían anticipado. A muchos clientes mayores les ha llevado décadas adaptarse a los servicios automatizados actuales, como los cajeros automáticos (ATM) y las tarjetas de débito con chip.
Muchos consumidores de edad avanzada siguen confiando en los cheques simplemente porque no comprenden las nuevas tecnologías de pago o los miran con sospecha. Por ejemplo, un plan del Reino Unido para eliminar gradualmente los cheques en el país se suspendió cuando se descubrió que el 46% de los ancianos del país todavía dependían de los cheques como forma de pago. Y los cheques todavía se utilizan en transacciones de empresa a empresa (B2B); A partir de 2016, los cheques continuaron representando el 51% de los pagos B2B, frente al 81% en 2004.