Opinión adversa
¿Qué es una opinión adversa?
Una opinión adversa es una opinión profesional hecha por un auditor que indica que los estados financieros de una empresa están tergiversados, incorrectos y no reflejan con precisión su desempeño financiero y su salud. Las opiniones adversas suelen darse después de un informe de auditoría, que puede ser interno o independiente de la empresa.
Conclusiones clave
- Una opinión adversa puede dañar seriamente la reputación de una empresa, hacer caer el precio de sus acciones o resultar en una exclusión de las bolsas de valores.
- Los contadores que se desvíen de los PCGA, o de los principios contables generalmente aceptados, deben esperar que en algún momento se los examine más de cerca.
- Los PCGA se implementan para garantizar el cumplimiento contable y la transparencia. Sin embargo, el hecho de que un contador no los siga no significa necesariamente que recibirán una opinión adversa.
- Hay efectos cuantificables de recibir una opinión adversa, pero también hay efectos como perder la confianza del consumidor o acuerdos comerciales que también pueden dañar el negocio.
Entender una opinión adversa
Las opiniones adversas son perjudiciales para las empresas porque implican irregularidades o prácticas contables poco fiables. Una opinión adversa es una señal de alerta para los inversores y puede tener importantes efectos negativos en los precios de las acciones. Los auditores generalmente emitirán opiniones adversas si los estados financieros se construyen de una manera que se desvíe materialmente de los principios de contabilidad generalmente aceptados (GAAP). Sin embargo, son raros, ciertamente entre empresas establecidas que cotizan en bolsa y cumplen con los requisitos de presentación regulares de la SEC. Las opiniones adversas son más comunes entre firmas poco conocidas, es decir, si pueden contratar los servicios de una firma auditora respetable, para empezar.
Una opinión adversa es uno de los cuatro tipos principales de opiniones que puede emitir un auditor. Los otros tres son opiniones sin reservas, lo que significa que los estados financieros se presentan de acuerdo con los PCGA; opinión calificada, lo que significa que hay algunas declaraciones incorrectas o tergiversaciones importantes, pero no hay evidencia de incumplimiento sistémico de los PCGA. Tampoco hay una renuncia de opinión, lo que significa que no se puede determinar si se cumplen los PCGA debido a la falta de evidencia suficiente. La opinión sin reservas, obviamente, es la mejor, mientras que una opinión adversa es la peor.
Consecuencias potenciales de las opiniones adversas
En algunos casos, una opinión adversa puede provocar la eliminación de las acciones de una empresa en una bolsa de valores. Toshiba Corp. de Japón escapó por poco de este destino cuando la filial japonesa de PriceWaterhouseCoopers le dio a la compañía una opinión calificada en lugar de una opinión adversa sobre sus estados financieros en 2017. Sin embargo, la firma auditora emitió una opinión adversa sobre los controles de auditoría interna de la compañía, un delito menos grave, pero que la empresa debe abordar para recuperar la confianza de la comunidad inversora.
Debido a las consecuencias financieras que resultan de una opinión adversa, las empresas generalmente se ven obligadas a contratar una nueva agencia de relaciones públicas o despedir a todo su departamento de contabilidad, intentando recuperar la confianza de los consumidores y los inversores. Desafortunadamente, estas empresas suelen ser demasiado grandes para cambiar de marca por completo, y una empresa más pequeña podría considerar remodelar toda su imagen, posiblemente incluso su nombre.