19 abril 2021 18:05

Autoridad Bancaria Europea (ABE)

¿Qué es la Autoridad Bancaria Europea (ABE)?

La Autoridad Bancaria Europea (EBA) es un organismo regulador que se esfuerza por mantener la estabilidad financiera en toda la industria bancaria de la Unión Europea (UE). Fue establecido en 2010 por el Parlamento Europeo, en sustitución del Comité de Supervisores Bancarios Europeos (CEBS).

Conclusiones clave

  • La Autoridad Bancaria Europea (EBA) tiene como objetivo mantener la estabilidad financiera en el sector bancario de la Unión Europea mediante la realización de controles de solvencia periódicos.
  • La EBA garantiza la transparencia del mercado, ejerce un control de calidad sobre los nuevos instrumentos bancarios y protege a los inversores.
  • Los ejercicios de transparencia de la ABE implican el cultivo de datos sobre el capital, las ganancias y pérdidas, el riesgo crediticio y otras métricas de un banco.

Los fundamentos de la Autoridad Bancaria Europea (ABE)

La EBA tiene la tarea de desarrollar normas y reglas técnicas regulatorias para las empresas financieras en el mercado interior de la UE. Supervisa instituciones crediticias, empresas de inversión e instituciones crediticias. Las reglas que impone están diseñadas para lograr los siguientes objetivos:

  • Mantener la integridad del sector financiero.
  • Salvaguardar los valores públicos asegurando la transparencia del mercado.
  • Estabilizar el sistema financiero.
  • Monitorear la calidad de los nuevos instrumentos emitidos por las instituciones.
  • Proteger a los consumidores, inversores y depositantes.
  • Regular la supervisión de las instituciones financieras.

El Banco Central Europeo (BCE) garantiza que los bancos sigan las reglas establecidas por la EBA, que realiza ejercicios anuales de transparencia y pruebas de resistencia en más de 100 bancos de la UE. Esto implica cultivar datos fiscales sobre el capital de un banco, los activos ponderados por riesgo (RWA), las ganancias y pérdidas registradas, el riesgo de mercado y el riesgo crediticio. Las pruebas de resistencia que la EBA impone a las entidades financieras buscan determinar si cada entidad seguirá siendo solvente tras las crisis financieras.

Ejemplo del mundo real de la Autoridad Bancaria Europea (EBA)

La prueba de resistencia de 2016 llevada a cabo en 51 bancos de 15 países de la UE y del Espacio Económico Europeo (EEE) reveló que solo Banca Monte dei Paschi di Siena (MPS) en Italia carecía de las reservas de capital adecuadas necesarias para hacer frente a una conmoción económica de tres años.

Después de estos resultados, MPS eliminó muchos de sus préstamos en mora de su balance, en un esfuerzo estratégico para impulsar sus niveles de capital al umbral requerido.



Los poderes de la EBA son de gran alcance en el sentido de que puede invalidar a los reguladores nacionales que se quedan atrás al regular sus propios bancos.

Antecedentes de la ABE

El BCE supervisa a los bancos para asegurarse de que sigan las reglas establecidas por la EBA, que surgió como parte de la Autoridad Europea de Supervisión (ESA), que también está formada por la Autoridad Europea de Seguros y Pensiones de Jubilación (EIOPA). La EIOPA es responsable de proteger a los asegurados, afiliados a pensiones y beneficiarios.

La efectividad de las operaciones bancarias

La crisis financiera de 2008 y la crisis de la deuda soberana europea han puesto de manifiesto las deficiencias generales de las operaciones bancarias de la UE. Después del colapso de la burbuja hipotecaria de EE. UU. Y la revelación de Grecia de que sus déficits eran mucho mayores de lo que se pensaba anteriormente, los estados de la eurozona como Portugal, Irlanda, España y la propia Grecia enfrentaron altos costos de servicio de la deuda. En consecuencia, estas naciones buscaron rescates de instituciones internacionales.

Las medidas de austeridad fiscal diseñadas para ayudar a los países a salir de los programas de rescate han frenado el crecimiento económico europeo. Al mismo tiempo, la introducción de tipos de interés negativos por parte del BCE y otros bancos centrales ha reducido los márgenes de los bancos.

Estos factores, combinados con una mayor regulación y una mala gestión, han causado preocupaciones sobre la sostenibilidad de la banca europea. Por ejemplo, en enero de 2018, los bancos italianos luchaban bajo el peso de 360.000 millones de euros (410.000 millones de dólares) en préstamos en mora, lo que representa alrededor del 25% del PIB del país. En su forma actual, la relación deuda / PIB de Italia sigue siendo preocupante y las perspectivas siguen siendo inciertas.