19 abril 2021 14:47

Teoría de la burbuja

¿Qué es la teoría de las burbujas?

La teoría de la burbuja es una hipótesis financiera informal que presume la posibilidad de que los precios suban rápidamente a medida que los inversores comienzan a comprar más allá de lo que pueden parecer precios racionales. La hipótesis incluye la idea de que el rápido aumento de los precios del mercado será seguido por un colapso repentino a medida que los inversores abandonen los activos sobrevaluados con pocos o ningún indicador claro del momento del evento.

Conclusiones clave

  • La teoría de la burbuja es menos una teoría real que un punto de vista sobre el comportamiento exuberante del mercado.
  • Los precios de cualquier activo pueden ser mucho más altos de lo que justifican los valores aparentes.
  • Las expectativas y percepciones de los inversores pueden impulsar los precios por encima de lo previsto.
  • Una corrección inoportuna de los precios puede ser rápida y peligrosa ya que los inversores pierden la fe.

Entendiendo la teoría de las burbujas

La teoría de la burbuja se aplica a cualquier clase de activos que se eleve muy por encima de su valor fundamental, incluidos los valores, las materias primas, los mercados de valores, los mercados de la vivienda y los sectores industriales y económicos. Las burbujas son difíciles de distinguir en tiempo real porque los inversores no pueden juzgar fácilmente si los precios del mercado reflejan la predicción de valores futuros o simplemente un entusiasmo colectivo.

Por ejemplo, en los primeros años después de la OPI de la compañía, las acciones de Amazon (AMZN) cotizaron muy por encima de 100 veces su relación precio-ganancias, prediciendo la posibilidad de que las ganancias de la compañía (y el subsecuente repunte de los precios) pudieran aumentar en 500. por ciento o más. Muchos inversores pensaron que se trataba de una burbuja que seguramente estallaría, pero la historia no ha confirmado ese resultado.

Las burbujas que se estrellan crean un peligro para los inversores porque permanecen sobrevaloradas durante un período de tiempo indeterminado antes de colapsar. Cuando estallan las burbujas, los precios bajan y se estabilizan a valoraciones más razonables, provocando pérdidas sustanciales para un gran número de inversores. El ejemplo más reciente de comportamiento de la burbuja se puede observar en el precio de Bitcoin de 2016 a 2019.

El exceso de demanda provoca una burbuja, ya que los compradores motivados generan un rápido aumento de los precios. El aumento de los precios llama la atención y genera más demanda hasta que suficientes inversores se dan cuenta de que la situación se ha vuelto insostenible y comienzan a vender. Una vez que surge una masa crítica de vendedores, el proceso se invierte. Como era de esperar, quienes compran a los precios más altos suelen sufrir las peores pérdidas cuando estalla una burbuja.

Los inversores pueden encontrar dificultades para identificar las burbujas a medida que se forman y crecen. El esfuerzo vale la pena si un inversor reconoce la burbuja antes de que estalle y sale antes de que las pérdidas comiencen a acumularse, por lo que muchos inversores dedican mucho tiempo y energía a intentar detectar burbujas.

La burbuja Dotcom

A finales de la década de 1990 y principios de la de 2000, los inversores arrojaron dinero casi indiscriminadamente a cualquier empresa relacionada con la tecnología de Internet. A medida que algunas empresas de tecnología florecieron y el dinero fluyó hacia las nuevas empresas, muchos inversores no realizaron la debida diligencia en las nuevas empresas, algunas de las cuales nunca obtuvieron ganancias o incluso produjeron un producto viable. Cuando los inversores finalmente perdieron la confianza en las acciones tecnológicas, la burbuja de las puntocom estalló y el dinero fluyó a otros lugares, eliminando billones de dólares de capital de inversión. Curiosamente, esta burbuja se produjo incluso en medio de una tecnología que cambia el mundo, la expansión de Internet.

Burbujas y mercados eficientes

En teoría, un mercado eficiente donde los precios de los activos reflejen su verdadero valor económico no produciría una burbuja. Algunos teóricos económicos creen que las burbujas solo se hacen visibles en retrospectiva, mientras que otros creen que los inversores pueden predecirlas hasta cierto punto. Dado que las burbujas dependen de un aumento en los precios que supere el valor de una clase de activos, es lógico que los inversores interesados ​​en identificarlas deban buscar en los gráficos cambios radicales de precios que ocurren en períodos cortos de tiempo. Sin embargo, cuanto más volátiles sean los precios de una clase de activos, más difícil será para un inversor identificar la formación de una burbuja.

El atractivo de una burbuja radica en la enorme cantidad de dinero que se destina a su crecimiento. Incluso un inversor que reconoce la posible o probable formación de una burbuja puede verse tentado a comprar en el alza, con la esperanza de capturar ganancias antes de la eventual liquidación. La importante desventaja que acompaña al estallido de una burbuja debería moderar tales intentos por parte de inversores prudentes.